Hace unos días os hablamos de los spinners porque son el juguete de moda actualmente. Un juguete que no creo que dure mucho tiempo, porque sinceramente, no aporta demasiado, pero que ahora mismo está causando furor.
El caso es que algunas de las partes, según sea el modelo, llegan a salirse de la estructura. Lo sé porque a mis hijos les ha pasado cuando se le ha caído alguno. Y eso los puede hacer peligrosos según lo que el niño o niña esté haciendo con él. Hace unos días saltó la noticia de una niña que tuvo que ir a urgencias por asfixiarse con una pieza.
Se lo tuvieron que extraer bajo sedación
Según leemos en CNN, su madre, Kelly Rose Joniec, decidió compartirlo en su Facebook para alertar a sus contactos. Al parecer, iba en coche con su hija sentada en el asiento de atrás cuando de repente la oyó respirando con mucha dificultad. Al ver el spinner se dio cuenta de que faltaba una de las piezas que aportan peso a las "palas" para favorecer que el giro sea lo más largo posible.
Intentó ayudarla a sacar el objeto fuera con la maniobra de Heimlich. Al ver que no lo lograba fueron al hospital más cercano, donde una radiografía mostró dónde se había quedado atascado el objeto.
Mediante una endoscopia y bajo sedación pudieron dar con el objeto y extraerlo. Todo acabó bien, pero los padres lo pasaron muy mal por el riesgo de que se moviera y dificultara aún más su respiración.
No consiguieron contactar con los fabricantes
Tras el suceso, los padres intentaron contactar con varios fabricantes de spinners para explicar lo que había sucedido y que lo tuvieran en cuenta, sin éxito. Sin embargo, Learning Express Toys, una empresa que los distribuye a diversas tiendas del país norteamericano ya advierte en su sitio web que contiene piezas pequeñas, que hay riesgo de asfixia y que no es apto para menores de 3 años.
Son diversos los colegios donde se ha prohibido el uso de los spinners, no por este riesgo de asfixia, sino porque en vez de estar sirviendo como elemento de concentración, parece estar funcionando como elemento de distracción.
En el caso de esta niña, parece que el problema es que ella misma no se dio cuenta de que la pieza podía salirse mientras, muy probablemente, lo tenía en la boca. Así que, aunque es poco probable que algo así se repita, vale la pena mencionarlo para que los padres seamos conscientes de que puede ser peligroso para los niños pequeños, y de que los mayores tienen que tener cuidado con ellos (como con todo lo que contiene piezas pequeñas que se separan fácilmente del artilugio).
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