Se necesita escoger un champú adecuado para la edad del niño y que tenga un ph neutro. Los productos infantiles están formulados para no agredir el pelo, no irritar los ojos y comúnmente son hipoalergénicos.
También hay que procurar elegir productos con perfume suave. Los olores muy fuertes pueden irritar y causar alergias en niños muy pequeños.
Después de los seis meses de edad, se puede usar un acondicionador para niños; en el caso de que tenga el cabello muy rizado y se enrede con facilidad. Los acondicionadores formulados para el uso infantil ayudan a desenredar, hidratan y protegen el pelo. Después del baño hay que secar muy bien los pelitos del bebé con una toalla suave. El exceso de humedad puede provocar micosis en el cuero cabelludo, especialmente, si se deja el pelo sin secar directamente.
En el momento de peinar, se debe optar por cepillos con cerdas muy suaves o peines de dientes separados y puntas redondas. Estos objetos deben ser de uso exclusivo del bebé, para mantenerlos a salvo de contraer micosis o piojos de otras personas.
Esto se trata de un proceso normal, de ajustes hormonales en el organismo del pequeño y del ciclo natural del pelo. Normalmente el pelo nace, crece, madura y cae. Pasa igual que con el pelo de los mayores, sólo que en el caso de los bebés el proceso es más lento.
Otro problemita que acontece es la llamada costra láctea, unas caspitas que se esparcen por el cuero cabelludo del bebé. Es causada por una hormona que la madre pasa al hijo durante la gestación.
Lo esperado es que la costra se desprenda sola y desaparezcan a partir del tercer mes de vida. No está indicado tratar de arrancarlas a la fuerza, pues se corre el riesgo de maltratar el delicado cuero cabelludo del bebé. Lo que se puede hacer es facilitar la descamación natural colocándole aceite unos minutos antes del baño, para ablandarlas y removerlas suavemente.
Más información | Hairfinder En bebés y más | Cortar el cabello a tu bebé