Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra hoy, la Asociación Española de Pediatría (AEP) inicia una campaña que busca concienciar a los padres para que dejen de fumar en hogares y vehículos.
Y es que, tal y como ha subrayado el doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP, en España, la mitad de los niños vive en entornos con presencia del humo ambiental de tabaco, una fuente más nociva que muchos de los contaminantes del aire juntos. Por este motivo, los pediatras insisten en que no se debe fumar en ninguna estancia de la casa ni en el vehículo, incluso cuando los niños no están presentes.
Abrir la ventana o cerrar la puerta no sirve de nada
Hay padres que lo hacen en casa o en el coche pensado que así los niños no se verán perjudicados, pero el Doctor Ortega advierte que no sirve de nada:
“No son pocos los padres que intentan reducir la exposición de sus hijos al tabaco con medidas poco efectivas como fumando con la ventana abierta, la puerta de la cocina cerrada o en espacios alejados como el trastero. Sin embargo, desconocen que el humo es muy ubicuo y persistente debido a que pesa más que el aire y las partículas se quedan impregnadas en las superficies, de forma que son inhaladas posteriormente por los niños”.
Añade además que el humo ambiental formado por la mezcla del humo exhalado por los padres fumadores y el humo que proviene de la combustión de la brasa del cigarrillo “es de peor calidad que el que inhala el propio fumador, ya que al tratarse de una combustión lenta en él se concentra un número de sustancias químicas mucho mayor que solamente en la corriente principal”.
En total, contiene 4.000 sustancias químicas, y más de 40 de ellas cancerígenas. Este humo es una causa de cáncer en personas no fumadoras e incrementa y se asocia con multitud de enfermedades en la infancia.
Dejar de fumar, por ti y por tus hijos
Las recomendaciones de los pediatras para los padres fumadores son claras:
La primera, dejar de fumar.
Si no lo hacen, evitar fumar en el interior del vehículo o del hogar, incluso aunque los niños no estén presentes.
Lo menos perjudicial es que se fume en la calle y, si se tiene bata o ropa de fumador, es necesario quitársela al entrar en el hogar o en el vehículo y lavarse las manos.
Además añaden:
“Modalidades de tabaco como pueden ser cachimbas y cigarrillos electrónicos son igualmente nocivas y, por tanto, tampoco se deben fumar en entornos cerrados”, advierte el doctor Ortega.
Campaña “Hogares y autos sin humo”: #AdiósTabaco
Entre las acciones que se llevarán a cabo en esta campaña contra el consumo de tabaco en los entornos privados, los pediatras podrán entregar un certificado en las consultas que los padres tendrán que firmar delante del niño para prometer mantener el hogar y el vehículo libres de humo.
“Además, tendrán que colgar este documento en un lugar visible para sensibilizar a los padres del peligro que este hábito supone para la salud de sus hijos y recordarles el compromiso que han adquirido”, apunta el doctor Ortega. Junto a este certificado, se entregará una serie de recomendaciones y un kit ‘sin malos humos’.
Se pretende así que los padres y madres fumadores hagan un intento serio para dejar de fumar, un acto que el doctor Ortega estima que hará “uno de cada 10 padres”.
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