Ahora conocemos una nueva noticia a través del periódico digital El Mundo en la que se indica que a pesar de haberse retirado determinados compuestos de estas vacunas ante la sospecha mencionada, los casos de autismo infantil mantienen su constante crecimiento. Uno de los compuestos de esta vacuna se derivaba del mercurio, el timerosal, este ha sido un elemento muy presente en la elaboración de las vacunas desde hace años. Como son los niños los que reciben más vacunas y coincide que la aparición del autismo en una buena parte de los casos es posterior a la administración de éstas, es lógico pensar que pueda existir una relación, por eso, en el año 2001 el compuesto desapareció de las vacunas.
Sin embargo, los recientes estudios realizados por científicos pertenecientes al departamento californiano de salud pública, muestran que a pesar de haberse eliminado el timerosal, los casos continúan aumentando llegando a pasar en 10 años de un 0,3 por cada mil nacimientos en 1993 a un 1,3 en 2003. El año 2004 fue fatal, los casos alcanzaron nada menos que un 4,5 por cada mil nacimientos, esto demuestra que no se ha encontrado cuál es el factor que provoca el crecimiento del autismo y que lo que creían muchas familias sobre el compuesto derivado del mercurio es erróneo.
El aumento de casos de autismo obliga a trabajar con más intensidad, proporcionar los recursos y subvenciones necesarias es primordial y más cuando podemos comprobar que los casos aumentan año tras año, pudiéndose convertir en algo habitual. Por lo pronto es necesario que los padres se conciencien y que permitan la administración de vacunas a sus hijos, ya que les pueden salvar de otras enfermedades. La investigación científica prosigue, esperamos que pronto puedan proporcionar la respuesta sobre el por qué crecen los casos de autismo infantil.
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