Pero esta situación no se da en todos los comedores escolares ni mucho menos, todavía existen bastantes en los que no se respetan las reglas saludables para un adecuado desarrollo. Los padres deben vigilar que tipo de alimentación reciben sus hijos, no hay que bajar la guardia, ya que los intereses económicos inciden en los menús escolares que proporcionan, provocando que sean realmente deficientes y cargados de grasas. En cuanto a los comedores en los que se contempla una adecuada alimentación para los pequeños, podríamos decir que hoy en día se puede comer incluso mejor en estos comedores escolares que en la propia casa de los niños. Muchos de los caprichos y productos que predisponen al sobrepeso y la obesidad son proporcionados por los propios padres, si estamos vigilando que el comedor escolar alimente adecuadamente al niño y por otro lado nosotros le proporcionamos una deficiente alimentación, todos los esfuerzos para que el niño realice una dieta sana y equilibrada serán infructuosos.
Lo ideal es que el menú escolar y el menú de casa fueran complementarios y que ambos se adaptaran a las necesidades de los pequeños cuidando los alimentos que se le proporcionan. Si un niño tiene la desgracia de coincidir con una alimentación poco saludable y cargada de grasas en casa e igualmente ocurre en el comedor escolar, se podría decir que tiene todos los números para ser el día de mañana uno de los miles de obesos que engrosan los índices de obesidad en nuestro país.
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