Implantes cocleares para bebés con sordera profunda, ¿qué son y cómo funcionan?

Los expertos se muestran tajantes: la sordera infantil se corrige en un 100 por cien de los casos si el niño recibe el tratamiento adecuado antes de cumplir los dos años.

Según datos del INE (Instituto Nacional e Estadística) cinco de cada 1.000 niños nacen con algún problema de audición en España. Y en uno de cada mil casos, la sordera es profunda. Pero su detección temprana y el tratamiento adecuado les permitirá disfrutar de una audición de calidad y lograr un desarrollo intelectual normal. Y gran parte de ese éxito se debe a la colocación de implantes cocleares en el bebés con sordera profunda.

La doctora Gracia Aranguez Moreno, coordinadora ORL del Programa de Detección, Diagnóstico y Tratamiento de hipoacusia infantil en el ‎Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, nos explica la importancia de colocarlos antes de los dos años “cuando la plasticidad neuronal del bebé es la más óptima, el cerebro es más sensible a la estimulación auditiva y al aprendizaje del lenguaje”, pero también en qué consisten y cuándo se colocan.

Detección precoz de la hipoacusia

La OMS señala que la sordera afecta a 32 millones de niños en todo el mundo. Y en España, 2.500 bebés nacen sordos cada año. Y todos debemos estar atentos, porque más del 97% de los niños sordos tienen padres y madres oyentes. De ahí que ya en 2003 el Ministerio de Sanidad y Consumo y las Comunidades Autónomas aprobaron en 2003 el 'Programa de Detección Precoz de la Sordera' para su implantación en todas las maternidades españolas.

Tal como detalla la Dra. Aranguez, los problemas de audición son muy fáciles de detectar con pruebas muy sencillas al día siguiente de nacer y los avances médicos no se detienen. Así que si se detecta una sordera profunda, “los implantes cocleares bilaterales suelen ser la solución”.

Cómo curar la sordera profunda

“Antes se colocaba el implante coclear a los bebés incluso con tres meses, pero se ha descubierto que este tratamiento tan temprano no ofrece más ventajas que si lo implantamos un poco más tarde y sí más riesgos por la edad del pequeño” explica la coordinadora del Gregorio Marañón. "Se ha generalizado la implantación entre los 10 y los 18 meses", añade la experta.

Aunque entre el 90 y el 95 por ciento de los bebés que nacen con sordera profunda pueden ser implantados, advierte que “no se puede generalizar y que hay que estudiar cada caso de forma individualizada, ya que pueden existir patologías asociadas”.

Las causas de falta de audición en el nacimiento pueden ser muy variadas: herencia genética, problemas del bebé durante el embarazo o el parto, nacimiento prematuro, infecciones maternas durante la gestación o la ingesta de algún medicamento

Esto deriva en una sordera bilateral, “motivo por el que hoy realizamos dos implantes simultáneos”, explica Gracia Aranguez. “Así logramos que su nivel de aprendizaje sea igual que el de cualquier otro niño que oye bien y que no sufra retrasos en la adquisición del lenguaje.

Los niños emplean todos los sentidos que tienen para aprender, particularmente el lenguaje, y se ha demostrado que los pequeños que nacen sordos pueden obtener grandes beneficios de los implantes, e integrarse perfectamente en colegios ordinarios o ser bilingües completamente normales.

Qué es un implante y cómo funciona

Consta de dos partes: un dispositivo electrónico que se implanta bajo la piel mediante cirugía y un procesador externo que se coloca detrás de la oreja. Su función es suplir la parte afectada del oído transformando los sonidos en señales eléctricas que se envían directamente al nervio auditivo.
  • El sonido se capta con un micrófono en el procesador externo.
  • El procesador convierte el sonido captado en información digital detallada.
  • La antena receptora magnética transmite las señales digitales al implante interno debajo de la piel.
  • El implante convierte la información digital recibida en información eléctrica que recorre la matriz de electrodos, a lo largo de la cóclea, hasta el nervio auditivo.
  • El nervio auditivo envía impulsos al cerebro donde se interpretan como sonido.

La audición de los niños con implantes es diferente a una normal, porque no es natural, pero resulta igual de clara que la de otro pequeño sin problemas de sordera. Parece que al principio los sonidos son muy agudos, como un robot, pero que después de un tiempo su cerebro se adapta gracias a su neuroplasticidad.

Y aunque a vista de los resultados parece que la normalización de la sordera va por el buen camino, la doctora Gracia Aranguez cree que aun quedan pasos por dar, como “lograr que todos los centros implantadores utilicen los mismos criterios de tratamiento y que Sanidad verifique que se realizan en todos los hospitales. Hay que incidir en que si se detecta la hipoacusia antes de los dos años de vida, el niño llevará una vida normal”.

Opiniones de afectados

Los especialistas médicos tienen claro que los implantes cocleares son una opción fantástica para que los bebés con sordera profunda se integren sin problemas en la sociedad, quienes viven este tipo de discapacidad parecen estar también de acuerdo, aunque siempre surge alguna voz discrepante.

Sirva de ejemplo este papá sordo que defiende en una conversación el uso de los implantes en bebés, con argumentos médicos y personales. O Loles Sancho, madre de Aitana, una niña sorda de seis años con implantes cocleares. Su blog y su libro 'SOS, mi hija es sorda' nacen del amor de una madre para ayudar a su pequeña. Sus twit merecen una lectura.

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