La alergia a la proteína de la leche de vaca es peor que la intolerancia a la lactosa, afecta a tres sistemas orgánicos, los vómitos, diarrea, hinchazón… del sistema gastrointestinal, las erupciones, dermatitis atópica o eczemas que afectan a la piel y el sistema respiratorio con sibilancias, tos y mucosidad.
Todos estos problemas que sufre el bebé, también los sufren los padres que además de preocuparse, se sienten culpables y no descansan bien, una encuesta de la plataforma concluye que los padres de los bebés con APLVestán faltos de sueño. También muestra que la mitad de los progenitores faltan al trabajo, en un 38% de las parejas se producen discusiones por este motivo y la vida familiar (incluyendo a los hermanos) se ve alterada casi en un 40% de los casos.
La identificación de los síntomas y el diagnóstico de la APLV sigue siendo difícil para el personal sanitario, pero no se deja de trabajar en ello. Mejorar la calidad de vida de los bebés y sus familias es uno de los objetivos.
Vía | Europa Press En Bebés y más | Act Against Allergy