Una gestante obesa tiene un 40% más de riesgo de posibilidades de perder a su bebé, y el riesgo aumenta en el caso de las mujeres afroamericanas, nada menos que un 90%. Un estudio que se publicó a principios de años ya nos alertaba de que a las mujeres de raza negra les afectaban más las complicaciones del embarazo.
Como se ha concluido ya en distintos estudios, con el fin de evitar posibles complicaciones en el embarazo, los mismos problemas de obesidad en el bebé, defectos congénitos del recién nacido e incluso su muerte, es recomendable perder peso antes de quedar embarazada y en caso de no ser posible, las futuras mamás que padecen obesidad pueden controlar su peso e incluso reducirlo sin que perjudique al bebé.
Vía | 20Minutos Más información | Obstetrics & Gynecology