Un inverno más, la gripe hace acto de presencia y a medida que pasan los días los casos de afectados van en aumento. La vuelta al cole tras las vacaciones de Navidad y la ola de frío de los últimos días propicia que el virus se propague rápidamente.
La actividad gripal está cercana al umbral epidémico de 55,5 casos por cada 100.000 habitantes (el nivel basal fijado este año), situación que se prevé que se alcanzará a finales de este mes de enero en toda España, aunque en algunos sitios como Cantabria, Navarra, País Vasco y Melilla ya se ha alcanzado el nivel de epidemia.
Alto contagio en niños
Las personas enfermas son capaces de transmitir la enfermedad desde un día antes del comienzo de los síntomas hasta unos tres a siete días después del comienzo de la enfermedad. Los niños pueden transmitir la gripe incluso durante más de siete días tras el comienzo de los síntomas.
De hecho los niños están siendo los primeros en coger la gripe. La mayor tasa de contagio la registran los de cero a cuatro años, seguidos por los de cinco a catorce años.
La gripe A, el virus de este año
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus con una elevada capacidad de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie. Es decir, cada año, van apareciendo nuevas cepas o modificándose las existentes.
Según el Sistema de Vigilancia de la Gripe del Instituto de Salud Carlos III, esta temporada, el virus que circula mayoritariamente es el A (tanto de la cepa N1H1/pdm09, el 49%, como la H3N2, el 51%).
La Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) recuerda que la gripe A aumenta la posibilidad "de que aparezcan más pacientes que requieran ser hospitalizados", y suele generar una mayor tasa de neumonías virales complicadas.
De los casos graves hospitalizados confirmados de gripe, el 96% son virus de la gripe A y el 4% B. El 51% de estos casos graves se ha registrado en el grupo de mayores de 64 años, seguido del de 45 a 64 años (27 %).
La gran mayoría de personas que se contagian de gripe presentan síntomas leves y se curan con reposo, mucho líquido y antitérmicos para la fiebre. Sin embargo, en algunos casos pueden derivarse complicaciones como bronquitis o neumonías más o menos severas. Por eso, especialmente en el caso de niños, es importante acudir al médico con urgencia si el niño presenta dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho o en el abdomen, o si la fiebre alta persiste.
Claves para prevenir el contagio
Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y luego de estar en contacto con otras personas.
Evitar el contacto directo con personas enfermas, y no llevar a los niños al cole si son ellos los que están enfermos.
Enseñarles a taparse la boca para toser, y enseñarles a limpiarse los mocos y tirar el pañuelo a la basura.
Limpiar y desinfectar los juguetes y objetos que tocan y chupan los niños (sobre todo si los van a tocar y chupar otros).
Evitar compartir chupetes, vasos, vajilla y cualquier objeto que haya podido estar en contacto con la saliva o secreciones nasales. Es un punto complicado, especialmente en guarderías y escuelas infantiles, pero es importante implementar medidas básicas de higiene para evitar contagios.
Limpiar y ventilar la casa unos minutos cada día, salir con los niños un rato a la calle en espacios abiertos y evitar sitios cerrados con mucha gente.
Alimentación saludable, ejercicio y buen descanso: los alimentos saludables contribuyen a reforzar el sistema inmune del niño, previniendo infecciones. Se debe aumentar el consumo de frutas y verduras, especialmente aquellas ricas en vitamina A (cereales, verduras, carnes y lácteos), E (aceite de oliva, frutos secos, etc.) y C (principalmente naranja, mandarina, kiwi).
Vacunación: La vacunación se recomienda fundamentalmente para las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe (personas inmunodeprimidas, personas mayores, mujeres embarazadas) y para las personas en contacto con estos grupos de alto riesgo, ya que pueden transmitírsela.
¿Todavía estoy a tiempo de vacunarme?
La campaña comienza alrededor de octubre para estar prevenido, pero todavía estás a tiempo. La vacuna comienza a hacer efecto aproximadamente a las dos semanas de su aplicación, por lo que conviene no demorarse en la vacunación, si bien la vacunación puede seguir siendo de alguna utilidad administrada más tardíamente.
En embarazadas es especialmente recomendable ya que además de proteger a la madre, cuyo riesgo de necesitar hospitalización aumenta por ocho, también protege al bebé los primeros seis meses de vida.