Un trabajo realizado por científicos del Hospital de Denia (Alicante) que ha sido publicado en la revista de la Academia Americana de Pediatría analiza la frecuencia de los ingresos hospitalarios de bebés de hasta un año de vida según el tipo de lactancia que han recibido.
Las cifras son aplastantes. Uno de cada ocho bebés que nunca había sido amamantado sufrió en el primer año de vida una infección (respiratoria, digestiva o generalizada) tan importante como para requerir el ingreso hospitalario, mientras que sólo uno de cada 16 bebés que había recibido lactancia materna exclusiva hasta los cuatro meses tuvo que ser ingresado por este tipo de infecciones.
Por otro lado, sólo uno de cada 44 bebés que fue exclusivamente alimentado con leche materna más allá de los cuatro meses tuvo este tipo de infecciones de difícil control.
Sobran las palabras. El estudio pone en evidencia la protección inmunitaria que le “regalas" a tu bebé al amamantarlo.
Significa que tienes al alcance de tu mano las posibilidades de reducir el riesgo de que tu bebé sea ingresado en un hospital a causa de alguna infección grave.
No hacen falta más pruebas. Quiero creer que las madres harían lo que fuera por la salud de sus bebés.
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