¡No lo muevas! Cómo atender a un niño gravemente herido en un atentado, catástrofe o accidente

El horror vivido en Barcelona el jueves pasado tras el atentado terrorista nos ha dejado terribles imágenes de decenas de personas tiradas sobre La Rambla, algunas de ellas eran niños gravemente heridos. Ojalá nunca nos veamos en una situación similar, pero ¿sabrías cómo actuar en ese caso, cómo podrías ayudar?

Nuestra forma de actuar puede ayudar a salvar la vida de nuestro hijo o la de cualquier otro niño que haya sufrido un atentado, una catástrofe o un accidente. José Ramón Fernández, pediatra del Hospital General Universitario de Santa Lucía de Cartagena, Murcia, nos explica cómo debemos proceder paso a paso si, por desgracia, nos toca presenciar una situación parecida.

El instinto nos empuja a ayudar

Hay una imagen viral del horror que ha circulado por las redes tomada minutos después de que el ataque terrorista de Barcelona dejara más de un centenar de muertos y heridos sobre La Rambla. En ella se puede ver al niño australiano de siete años, Julian Cadman que yace inconsciente en el suelo mientras el británico Harry Athwal le acaricia el pelo, haciendo caso omiso a las indicaciones de los policías de que abandonara el lugar.

El instinto nos empuja a ayudar, a socorrer como se pueda (salvo lamentables excepciones). Si al niño le queda un hilo de vida, haríamos cualquier cosa por salvarlo. Pero hay que tener cuidado porque podemos hacerle más daño aún si no sabemos cómo hacerlo.

José Ramón Fernández (@jramonfernandez), pediatra del Hospital General Universitario de Santa Lucía de Cartagena, Murica, ha publicado un hilo en su cuenta de Twitter sobre cómo actuar con un niño herido en caso de sufrir un atentado como el de Barcelona o cualquier otra catástrofe.

Nos ha parecido tan útil, que le hemos pedido permiso para reproducirlo. Ojalá jamás tengamos que ponerlo en práctica, pero saber qué hacer en ese momento puede ayudar a salvar la vida de tu hijo o la de cualquier otro niño.

Cómo atender a un niño herido en caso de atentando, catástrofe o accidente grave

¡No lo muevas!

Cuando sucede un atentado como el de Barcelona u otra catástrofe, no es raro ver imágenes de niños heridos llevados en volandas por adultos.

Niños heridos, trasladados en brazos de personas que con toda su buena intención pretenden ayudar. Cuidado porque podemos hacer más daño.

La primera reacción instintiva que tenemos al ver un niño herido tumbado en el suelo es cogerlo en brazos. Normal.

Ese niño atropellado es un paciente politraumatizado con posible lesión medular. NUNCA se debe mover salvo excepciones.

Excepciones como que exista un peligro de muerte inminente por un nuevo ataque, fuego, etc...que obligue a evacuarlo inmediatamente.

Los niños son fáciles de transportar en brazos a causa de su bajo peso, facilitando empeorar las lesiones ya existentes o causando otras.

¿Cómo podemos ayudar entonces?

Bien, esto que voy a explicar lo puede hacer cualquiera, sea o no sanitario. Será más fácil en equipo con 2 o 3 personas.

Si tenemos la desgracia de presenciar un ataque como este, lo primero es Protegerse uno mismo, Avisar a emergencias y después Socorrer (PAS).

Siempre, lo primero es no hacer más daño. No movilizar al niño salvo excepciones explicadas antes.

Tres pasos clave:

Control cervical: inmovilizaremos la columna cervical sujetando firmemente pero con suavidad, la cabeza entre las manos.

Comprobaremos la respuesta del niño a estímulos, hablándole en voz alta o dando pequeños pellizcos. Así sabremos si está consciente o no.

Vía aérea: si el niño habla, llora, grita... la vía aérea es permeable (deja entrar el aire). En caso contrario, debemos hacerla permeable.

Para conseguirlo, debemos elevar levemente la mandíbula, al tiempo que mantenemos el cuello inmovilizado en todo momento.

Una vez hemos comprobado la consciencia, tenemos el cuello inmovilizado y la vía aérea permeable, pasamos al siguiente paso. Ver si respira.

Si llora, habla o grita, obviamente está respirando. En caso contrario, debemos comprobar si respira de la siguiente manera.

Para comprobar si respira debemos acercar nuestra cara a la de la víctima. Debemos ver, oír y sentir el aire.

Si respira, perfecto. Si no respira, debemos iniciar ventilación boca a boca (tapando nariz) o abarcando boca y nariz si es lactante pequeño.

Daremos una insuflación cada 2-3 segundos aproximadamente, comprobando que el tórax se eleva cuando metemos aire. En total 5 insuflaciones.

Después podemos intentar comprobar si hay o no pulso, aunque esto puede ser complicado y retrasar las medidas de reanimación.

Por lo que ahora se recomienda que si no hay signos de vida (movimientos, respiración normal, tos...) iniciemos compresiones torácicas.

Las compresiones torácicas deben darse en el centro del pecho, más o menos a la altura de los pezones. Se dan 15 por cada 2 insuflaciones.

Inciso: si hay que realizar maniobras de RCP (insuflaciones y compresiones torácicas) el paciente tiene muy muy pocas posibilidades.

Una vez tenemos controlados puntos 1 y 2, pasamos al punto 3. Control de hemorragias.

Hay que comprimir con firmeza toda herida sangrante que veamos. Si comprimiendo no conseguimos parar la hemorragia, aplicar torniquete.

El torniquete se debe colocar por encima del punto sangrante. (Imagen vía @StopTheBleed)

Antes, los torniquetes se desaconsejaban salvo en casos muy concretos como amputaciones de extremidades.

La experiencia de la medicina de guerra en Irak y Afganistán está haciendo que vuelvan a tenerse en cuenta, pues disminuyen la mortalidad.

De modo que si con la compresión firme de la herida no conseguimos disminuir una hemorragia abundante, puede ser útil colocar un torniquete.

Y con estas medidas, podremos ayudar o al menos evitar aumentar el daño existente, hasta que lleguen los profesionales.

Resumiendo: no movilizar salvo que se tengan los medios y conocimientos necesarios o exista riesgo inminente para la vida.

Añado este gran texto de @SEMES_ sobre cómo actuar en caso de atentado. Vía @txushh 😊

Y para acabar, si hay muchas víctimas, es mejor centrarnos en las recuperables: aquellas que NO están en parada cardiorrespiratoria.

Debería ser obligatorio que todas las escuelas enseñen primeros auxilios a los niños dentro de los contenidos curriculares y que también los padres estuviésemos más preparados. Sólo pensar que nuestros hijos pudieran sufrir un accidente grave, nos pone a temblar.

En Bebés y más | Una aplicación para primeros auxilios en reanimación cardiopulmonar: RCP Pediátrica, Primeros auxilios: reanimación cardiopulmonar a un bebé (I) y II

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