Hoy, 18 de febrero se celebra el Día internacional del Síndrome de Asperger, un trastorno neurobiológico del desarrollo poco conocido que se presenta en al menos un tres por ciento de los niños y que forma parte de un grupo de afecciones denominadas trastornos del espectro autista.
Se da más frecuentemente en los varones y se caracteriza por una alteración grave de la interacción social. No es una enfermedad, por tanto no son niños enfermos, sólo niños distintos que merecen ser comprendidos e integrados.
El trastorno debe su nombre al pediatra, investigador y profesor de medicina austríaco Hans Asperger, quien en 1944 denominó por primera vez el trastorno como "psicopatía autista".
A pesar de tener patrones de comportamiento comunes relacionados principalmente con la dificultad para relacionarse con los demás, pueden presentarse una amplia gama de síntomas. Esto es lo que hace especialmente complicado dar con el diagnóstico. De hecho, hay muchos niños con Asperger (o Aspies) no diagnosticados.
El diagnóstico suele aparece cuando el niño ya presenta problemas de adaptación, cuando se dan situaciones anormales que llaman la atención de padres y educadores.
Los niños con Asperger no son en absoluto menos inteligentes o enfermos, son simplemente distintos. Son niños con una inteligencia normal, e incluso a veces una inteligencia superior a la media.
Hoy es un día especial para concienciar sobre el Síndrome de Asperger y conocer mejor de qué se trata este trastorno y poder comprender un poco más a los niños Asperger.
Foto | hepingting en Flickr CC En Bebés y más | Síndrome de Asperger