Con los niños de vuelta en el cole y los días más frescos, como sucede cada año, empiezan a aparecer los primeros catarros. Pero este año es especial, puesto que con el Covid circulando, el más mínimo síntoma, nos hace sospechar de un posible contagio en nuestros hijos.
Pero no todo es Covid. Los otros virus típicos de esta época del año también circulan y muchas veces pueden hacer que nos alarmemos de más ante una tos, un dolor de cabeza o unas décimas de fiebre.
¿Cómo se contagia?
Los catarros o resfriados son infecciones de las vías aéreas superiores, muy frecuentes en la infancia, especialmente durante los meses fríos. Son muy contagiosos y están causados principalmente por un tipo de virus, el rinovirus, siendo conocido también como "rinofaringitis”.
La gripe también suele aparecer en los meses de invierno, pero no es la misma enfermedad, puesto que es la infección causada por otro virus, el de la influenza.
El rinovirus, principal causante del catarro o resfriado, se transmite a través de las secreciones respiratorias producidas por la tos y los estornudos, por lo que inevitablemente los niños pequeños, al estar en contacto permanente con otros niños, se contagian con mucha facilidad.
Síntomas de catarro
Los síntomas más frecuentes son: estornudos, secreción nasal, dolor de cabeza, goteo y congestión nasal, ojos llorosos, picor, dolor o flema en la garganta, tos, cansancio y una sensación de malestar general.
En los niños muchas veces también aparece fiebre, especialmente en aquellos más pequeños.
En general los catarros desaparecen sin tratamiento (más allá de los lavados fisiológicos o paracetamol para la fiebre y el malestar) en 7-10 días.
Diferencia entre catarro y Covid
En niños pequeños, es muy difícil poder identificar por los síntomas si sufren un catarro o podrían tener Covid, por lo que siempre hay que llamar al pediatra si estos aparecen.
- Fiebre. El catarro puede dar fiebre a veces, y en caso de haberla suele ser baja, siendo más frecuente a menor edad. Mientras que en la Covid la fiebre es muy frecuente, aunque no siempre aparece en niños.
- Tos. En los catarros es muy frecuente, también en los casos de Covid, aunque no siempre aparece en niños.
- Congestión nasal y mocos. En catarro es muy frecuente, mientras que en la Covid es poco frecuente.
- Cansancio y dolor muscular. Más frecuente en Covid que en catarros.
- Dificultad respiratoria: En el catarro es raro que haya dificultad para respirar (excepto en niños con hiperreactividad bronquial), mientras que es frecuente en casos de Covid.
¿Cómo se cura el catarro?
El catarro no se cura con medicinas. Los antibióticos están contraindicados tanto para el catarro como para la gripe, pues son enfermedades causadas por virus y no por bacterias.
Al no curarse con medicinas, lo que debemos hacer es aliviar los síntomas que produce.
Es muy importante mantener al niño siempre hidratado con zumos naturales, agua, caldos y limpiar con frecuencia las fosas nasales con agua salina.
El uso de humidificadores ambientales también ayuda, así como los baños de vapor que contribuyen a hacer las secreciones más fluidas.
Si el niño presenta unas décimas de fiebre y necesita medicamentos como paracetamol, deben estar siempre recetados por el pediatra con la dosis y el número de veces al día que debemos darle.
¿Cuándo acudir al médico?
Debemos vigilar el catarro y cuidar al niño para evitar posibles complicaciones, producidas sobre todo por bacterias como otitis, sinusitis, conjuntivitis purulenta o neumonía.
Además de eso, hay otros síntomas a los que debemos prestar atención y llevar al niño al pediatra si observamos:
- La persistencia de fiebre durante más de tres días
- Dolor de oídos
- Dificultad para respirar
- La persistencia de más de 10 días de mucosidad nasal espesa de color amarillo o verdoso
- Decaimiento generalizado.
¿Cómo prevenir el contagio?
Los catarros son muy difíciles de prevenir, sobretodo en niños que están en contacto con otros niños durante muchas horas como sucede en guarderías o coles.
Aún así hay que evitar, en la medida de lo posible, que compartan chupetes, vasos, cubiertos y cualquier otro objeto que se lleven a la boca, así como alimentos y bebidas. También lavarse las manos con frecuencia y taparse boca y nariz al toser o estornudar puede contribuir a evitar el contagio.
Papás y mamás, si el primer catarro del otoño ya está aquí, lo único que queda es paciencia, muchos mimos y cuidados hasta que pase. ¿Os ha tocado ya?
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