Los horarios en verano se suelen modificar con respecto a las rutinas normales. Aunque es normal (y generalmente ocurre porque los niños se adaptan a nuestros horarios más que al contrario), es fundamental que velemos por que los niños tengan un descanso adecuado y suficiente con respecto a las actividades que realizan en este período estival.
La Asociación Española de Pediatría recomienda que los niños en edad preescolar (desde los 3 a los 5 años), descansen entre unas 10-12 horas diarias, así que ese es el parámetro que debemos tener en cuenta a la hora de procurar que los niños duerman siesta en verano.
Por qué los niños deberían dormir siesta en verano
Durante los primeros cuatro o cinco años de vida se recomienda que los niños descansen un rato después de la comida, pues esta rutina repercute positivamente en su desarrollo: les permite estar más tranquilos, menos irritables, más sociables, más atentos y le ayuda a similar mejor lo aprendido durante el día. De hecho, contribuye a reducir la hiperactividad, la ansiedad y la depresión en los niños.
Teniendo en cuenta que en verano los niños realizan muchas actividades que requiere esfuerzo físico (especialmente si van a la playa o a la piscina), es recomendable que descansen para afrontar de mejor manera la segunda parte del día. Obviamente no debemos obligarles ni tampoco hace falta que sean siestas muy largas: una hora de descanso será más que suficiente para que el niño "recargue baterías" sin estropear el horario nocturno.
Cómo lograr que los niños duerman siesta en verano
Disfruta de las actividades que podáis hacer en la mañana
Es físicamente imposible que los niños quieran dormir siesta si se han pasado toda la mañana viendo la tele. Para ellos es fundamental moverse, disfrutar del aire libre, hacer deporte (si vais a la playa o a la piscina, les será mucho más fácil), o simplemente jugar con sus amigos.
No les des pantallas después de la comida
Está comprobado que las pantallas son enemigas del buen sueño infantil, de modo que, si queremos que duerman, ya sea a media tarde o en la noche, lo mejor es mantenerlos alejados de ellas en esos momentos.
Para facilitar el sueño debemos promover un ambiente tranquilo y el móvil generalmente tiene un efecto excitante sobre su estado de ánimo. Por eso es mejor optar por hacer actividades más relajantes después de comer (leer, hacer puzzles), para que les sea más fácil conciliar el sueño.
Prepara la habitación con una temperatura adecuada y poca luz
En verano es indispensable generar un ambiente que invite al sueño, ya que el calor puede hacer que rechacen el irse a la cama a descansar. Procura que la habitación esté fresca, que tenga poca luz y si no están acostumbrados a dormir con ruido (cuestión que recomendamos hacer desde que son bebés), distraerles contándoles una historia para que se concentren en tu voz.
Túmbate con ellos
Con mis hijas, lo que más funciona, es que me tumbe un poco con ellas y les haga "cosquillitas" (pasarle las yemas de los dedos por las piernas de arriba a abajo). Si te ven relajada y haces algo con ellos que les invite a relajarse, al final terminarán por conciliar el sueño -que por lo general es corto, pero muy beneficioso para ellos-.
Cuéntales una historia que conozcan
Lo de leer libros a la hora de la siesta a mi no me funciona. Siempre pedirán más y como no están muy cansadas, querrán leer más y más (¿y quién dice que no si sus hijas quieren hacerlo?). He descubierto que una táctica que funciona genial es contarles la misma historia -nunca con cambios de guion-, de forma pausada y con un tono de voz suave. Yo inventé una que incluye a los abuelos y eso les produce muchísima calma... ¡es mi as bajo la manga que siempre funciona!