Testículo no descendido o criptorquidia: qué es y cómo se soluciona esta anomalía genital en el bebé

El testículo oculto o no descendido (también llamado criptorquidia) afecta a entre el dos y el ocho por ciento de los bebés varones, especialmente si son prematuros, aunque en el trascurso de los primeros meses el problema se suele solucionar de forma espontánea en la mayor parte de los casos, quedando tan solo un 0,8% de afectados.

Te explicamos en qué consiste esta anomalía congénita, por qué se produce y qué repercusiones puede tener si no se corrige de manera precoz.

¿En qué consiste la criptorquidia ?

Mientras el bebé está en el vientre materno, sus testículos se desarrollan en la cavidad abdominal, pero hacia el final de la gestación (aproximadamente alrededor del séptimo mes) descenderán por el canal inguinal hasta la bolsa escrotal.

Cuando esto no ocurre, es decir, cuando el recién nacido tiene uno o los dos testículos dentro del abdomen o bien son bajados manualmente pero una vez liberados no permanecen en el interior del escroto, se denomina criptorquidia .

Según la Sociedad Española de Pediatría ExtraHospitalaria y Atención Primaria, la criptorquidia afecta a entre un dos y un ocho por ciento de los recién nacidos en Europa, aunque en el caso de bebés prematuros la incidencia puede llegar al 30%.

En la mayoría de los casos el problema se soluciona por sí solo entre los seis o nueve primeros meses de vida.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de padecer criptorquidia son:

  • Nacer antes de la semana 37 de gestación
  • Nacer con bajo peso (si se combina con el punto anterior, el riesgo se duplica)
  • Embarazos gemelares
  • Antecedentes familiares de testículos no descendidos
  • Trastornos hormonales asociados como hiperplasia suprarrenal congénita o trastornos del desarrollo sexual
  • Malformaciones de la pared abdominal

¿Cómo se diagnostica y qué tratamiento tiene?

El problema se suele diagnosticar rápidamente con un simple examen físico por parte del pediatra, bien en el momento del nacimiento o bien en las posteriores revisiones del niño sano. A veces se requiere de pruebas complementarias, como ecografías, tomografías o resonancias.

Cuando un bebé nace con testículos no descendidos y al cumplir el año el problema no se ha solucionado por sí solo, podría ser necesaria la cirugía, pues el tratamiento precoz tiene mayor garantía de éxito. En algunas ocasiones no es posible encontrar el testículo oculto, y en esos casos se suele colocar una prótesis en su lugar, para prevenir problemas psicológicos.

En cualquier caso, es necesario el seguimiento profesional desde el mismo momento de su detección.

Riesgos asociados de la criptorquídea

Aunque el testículo no descendido no provoca síntomas, si no se corrige de manera temprana puede acarrear riesgos asociados:

  • La mayoría de niños con testículos no descendidos presentan también hernia inguinal
  • La criptorquídismo se asocia a un mayor riesgo de torsión testicular, un grave problema que requiere de urgencia médica
  • En la etapa adolescente, el "escroto vacío" puede conllevar problemas psicológicos y de autoestima
  • Problemas de fertilidad y esterilidad, pues los espermatozoides no se pueden formar correctamente
  • Aumenta el riesgo de padecer cáncer de testículos

Fotos | iStock

Vía | En Familia - AEP, Sant Joan de Deu

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