La queilitis angular, comunmente conocida con el nombre de "boqueras", es una lesión inflamatoria en los labios que provoca grietas y fisuras en una o ambas comisuras. Son bastante molestas y en el caso de los niños pueden tardar más tiempo en curar.
La Doctora Beatriz Iglesias Sánchez, miembro de la Sociedad Española de Ortodoncia y odontóloga y especialista en ortodoncia en la Clínica Pérez Varela, nos ha explicado por qué se producen las boqueras y cómo debemos proceder en estos casos.
¿Qué son las boqueras?
Como hemos comentado al inicio, las boqueras son lesiones dolorosas que se producen en la comisura de los labios y que empeoran con la apertura de la boca o con cualquier movimiento o gesto que hagamos con los labios.
En el caso de los niños, la lesión puede durar más tiempo ya que las molestias provocadas les lleva a humedecerse la herida continuamente, lo que hace que la grieta se abra y el proceso comience de nuevo. En los casos de bebés más pequeños, ocurre más o menos lo mismo, sobre todo si están pasando por una época de excesivo "babeo".
La queilitis angular puede presentarse en forma de grietas, fisuras, úlceras o enrojecimiento, y aunque por lo general las lesiones no suelen sangrar, sí podrían llegar a infectarse y provocar una costra abultada y dolorosa.
¿Por qué se producen?
La acumulación de saliva en la comisura de la boca podría ser el factor desencadenante de esta lesión ya que se produce una maceración de la piel y posterior formación de la fisura, que en algunos casos puede llegar a contaminarse con bacterias u hongos.
Hay ciertas situaciones de riesgo que pueden empeorar esta lesión, tales como el estrés (que puede estar detrás de la aparición de varios problemas en la boca del niño) o el frío, por ejemplo, que al ocasionar grietas en los labios llevaría a los niños a humedecérselos con frecuencia agravando la herida.
La doctora Iglesias nos explica otros factores que suelen estar detrás de la aparición de boqueras en los niños:
La incubación de un proceso gripal: nos daremos cuenta si las boqueras son producidas por este motivo porque en cuestión de días comenzaremos a notar los síntomas de gripe en nuestro hijo.
Una alimentación inadecuada que esté provocando déficit de vitaminas, en cuyo caso hasta que no se corrija este problema nutricional las boqueras seguirán apareciendo.
Lesiones producidas por objetos o por sus propias manos
"En niños pequeños o bebés, esta opción suele ser la más habitual ya que cuando comienzan a salirle los dientes tienden a meterse en la boca cualquier cosa, que unido a la salivación excesiva puede propiciar la aparición de estas pequeñas heridas" - nos explica la odontóloga
También pueden existir otro tipo de causas que deberá valorar el médico, por lo que si las boqueras son de repetición, la doctora Iglesias nos aconseja llevar al niño al pediatra o al odontopediatra para su revisión.
¿Cómo se tratan?
Si no hay complicaciones, las boqueras suelen curarse en cinco o seis días aunque requieren de mucha paciencia y vigilancia por parte de los padres. Si la lesión empeora o no logramos curarla con vaselina, lo recomendable es la valoración médica por si hubiera una infección bacteriana o por hongos que hiciera falta tratar con cremas específicas.
"Para curarlo hay que tener mucha paciencia, evitar que el niño se meta cosas a la boca y ponerle vaselina o cacao en los labios y en la comisura, tanto de día como, sobre todo, de noche. Por la noche lo haremos mejor porque al estar dormido no se chupará los labios y se lo quitará, y porque además, en el caso de los bebés babean menos durante la noche que por el día." - nos aconseja la odontóloga.
Por otro lado, es importante vigilar la higiene bucodental de nuestros hijos, pero especialmente cuando aparecen heridas o úlceras ya que unos malos hábitos de higiene podrían empeorar la lesión.