La llegada de un hijo es uno de los momentos más significativos e importantes en la vida de una persona. La maternidad y la paternidad es una experiencia maravillosa, pero a menudo también transforma algunas parcelas de nuestra vida, siendo la vida social una de las áreas más afectadas.
No en vano, muchas personas afirman haberse alejado de sus amigos e incluso distanciado de su propia pareja tras la llegada de los hijos. Es completamente natural que esto suceda, pero también es importante recordar que mantener una vida social activa es beneficioso para nuestro bienestar emocional, nuestra autoestima y para afrontar la crianza de una forma más positiva y saludable.
Si sientes que desde que te has convertido en padre o madre tu vida social ha desaparecido, te compartimos cinco buenos hábitos que te ayudarán a recuperar esta parcela de la vida y mantenerte socialmente activo.
Planifica tiempo para ti y para compartir con tus amigos
Cuando nos convertimos en padres, nuestros horarios se llenan rápidamente con las necesidades de nuestros hijos, desde cambios de pañales y noches en vela cuando son bebés, hasta actividades extraescolares, cumpleaños con amiguitos o tardes de parque a medida que van creciendo.
En medio de este torbellino de responsabilidades, es esencial priorizar y planificar tiempo para mantener nuestras amistades y establecer una red de apoyo que nos brinde compañía y apoyo emocional.
Puedes planificar encuentros regulares con amigos, ya sea para tomar un café, salir a cenar o hacer deporte juntos. La planificación con antelación te ayudará a asegurarte de que estas reuniones se ajusten a tu agenda.
También es fundamental integrar en tu rutina diaria hábitos de autocuidado, y dedicar tiempo de forma periódica para hacer lo que más te gusta. Muchas actividades o pasatiempos te van a permitir también conocer gente nueva, socializar y compartir los mismos intereses. Puede ser un grupo de lectura, clases de cocina, grupos de senderismo, o cualquier otra actividad que te apasione.
Involúcrate en la comunidad educativa de tus hijos
Involucrarse en la comunidad educativa de los hijos es otra excelente forma de mantenerse activo socialmente. Puedes hacerlo, por ejemplo, uniéndote al APA (Asociación de Padres y Madres de Alumnos), colaborando en la organización de festivales escolares o participando en proyectos colaborativos entre el colegio y las familias.
La participación activa en este tipo de entorno te va a permitir establecer conexiones significativas con otros padres, compartir preocupaciones e intereses comunes en torno a la educación de los hijos, y contribuir de manera positiva a la educación y el bienestar de tus hijos.
Haz nuevas amistades con otros padres
Otra excelente manera de mantener una vida social activa cuando tienes hijos es hacer nuevas amistades con otros padres. Compartir experiencias similares con otras personas que están viviendo la misma etapa que tú puede ser extremadamente gratificante, además de brindarte apoyo emocional, consejos útiles y nuevas oportunidades de socializar.
El parque es uno de los mejores sitios para socializar con otros padres, aunque también puedes buscar grupos de crianza en tu municipio, escuelas para padres o comunidades online diseñadas para conectar a padres que buscan amistades y apoyo mutuo.
No descuides el tiempo en pareja
Cuando te conviertes en padre o madre, es fácil centrarse exclusivamente en las necesidades de los hijos y descuidar tu relación de pareja. Sin embargo, es muy importante entender que una relación fuerte y saludable entre padres es fundamental para proporcionar un entorno estable y amoroso para los hijos.
Reserva tiempo para citas en pareja regulares y cuida cada detalle de vuestra vida en común. Puedes organizar una noche de cita semanal o incluso un fin de semana fuera de casa de vez en cuando. La comunicación abierta y la conexión emocional con tu pareja son esenciales para fortalecer la relación y contribuir a un ambiente familiar más armonioso.
Aprende a decir 'no'
Para mantener una vida social activa cuando nos convertimos en padres es necesario equilibrar las responsabilidades parentales con las necesidades personales y sociales. Y para ello hay que saber establecer límites claros y aprender a decir no cuando sea necesario.
Esto te ayudará a evitar el agotamiento, a asumir más tareas de las que puedes abarcar y te permitirá tener tiempo para ti y para tus amistades. No dudes en revisar vuestra agenda familiar y comprobar qué actividades o planes son asumibles y cuáles te suponen un estrés añadido. Deja a un lado las expectativas y no trates de ser la madre o padre perfecto que todo lo puede.
Es importante reconocer que cuidar de ti mismo y de tus relaciones sociales no es egoísta, sino todo lo contrario: es beneficioso tanto para ti, como para tus hijos.
En definitiva, hacer nuevos amigos o mantener antiguas amistades puede resultar complicado cuando tenemos hijos, pues el tiempo del que disponemos se reduce considerablemente. Pero es importante hacer un pequeño esfuerzo y recordar que las nuevas amistades también pueden surgir en los lugares más inesperados.
Mantener una mentalidad abierta y una actitud positiva, y estar dispuesto a acercarse a otros padres, iniciar conversaciones y compartir experiencias es clave para mantener una vida social activa y saludable.