Son varias las ocasiones en las que hemos denunciado la discriminación que sufren las deportistas de élite cuando deciden ser madres, tanto con los organismos oficiales que castigan la maternidad (el caso del tenis y el fútbol) pero también a nivel de patrocinio.
Una de estas marcas, que habla de empoderamiento femenino en su publicidad y luego pone la zancadilla a sus atletas es Nike. Así lo denunciaron varias atletas en su nómina, al asegurar que "la empresa rebaja sus contratos cuando anuncian que están embarazadas".
Allyson Felix, ganadora de seis oros olímpicos, fue una de las atletas que pidió a Nike que no le penalizaran en caso de menor rendimiento a su vuelta a la competición después de ser madre. La marca se negó y firmó con otro sponsor.
Ahora, meses después, la atleta ha publicado en su cuenta de Instagram el email que ha recibido de Nike donde se compromete a proteger y no discriminar a las atletas que decidan ser madres. “Si la atleta queda embarazada, Nike no puede aplicar ninguna reducción relacionada con el rendimiento (si se diera el caso) por un período consecutivo de año y medio".
"Nuestras voces son poderosas"
Con esas palabras anunciaba la atleta olímpica que por fin la todopoderosa marca deportiva había decidido no penalizar a sus patrocinadas por el simple hecho de ser madres.
En el correo, firmado por el vicepresidente de marketing global de Nike, John Slusher, la marca se compromete a no discriminar a las atletas que decidan ser madres:
“Si la atleta queda embarazada, Nike no puede aplicar ninguna reducción relacionada con el rendimiento (si se diera el caso) por un período consecutivo de año y medio, comenzando ocho meses antes de la fecha del parto. Durante dicho período, Nike no puede rescindir ningún contrato si el atleta no compite debido al embarazo”.
Allyson acompaña la publicación del correo de Nike de unas palabras suyas de reconocimiento, aunque deja ver que aún hay trabajo por delante.
“Nike se ha unido oficial y contractualmente para proporcionar protección a las atletas mujeres que patrocinan y que ya no serán penalizadas económicamente por tener un hijo. Estoy agradecida a John Slusher y Mark Parker por su liderazgo y su deseo de guiar a Nike como compañía que cree que somos más que atletas. Gracias a las marcas que ya se han comprometido. ¿Quién es el próximo?”.
Una larga lucha por la igualdad en el deporte
El deseo de ser madres les supuso una considerable reducción de sueldo por parte de la empresa patrocinadora (Nike) y sin baja de maternidad.
Allyson Felix también denunció en el diario norteamericano estas condiciones abusivas, durante el embarazo y también después, ya que Nike le ofreció un acuerdo por un valor un 70% inferior tras conocer su embarazo:
“Es un ejemplo de una industria deportiva donde las reglas están hechas mayoritariamente por hombres”.
Cuenta la deportista olímpica que decidió formar una familia en 2018, incluso sabiendo que eso significaba 'el beso de la muerte' en el deporte. "Fue una época aterradora para mí porque estaba negociando una renovación de mi contrato con Nike, que había terminado en diciembre de 2017". Añade que:
"Sentí la presión volver a estar en forma cuanto antes tras el nacimiento de mi hija en noviembre de 2018, aunque tuve que someterme a una cesárea de emergencia a las 32 semanas por una grave preeclampsia que amenazó mi vida y la de mi bebé".
Y mientras vivía todo esto, tuvo que lidiar con unas negociaciones con Nike que "no iban bien", según declara.
"A pesar de todas mis victorias, Nike quería pagarme un 70 por ciento menos que antes. Si eso es lo que creen que valgo ahora, lo acepto".
Pero asegura que a lo que no estaba dispuesta era a aceptar era su postura ante la maternidad:
"Le pedí a Nike que me garantizara contractualmente que no sería castigada si no rendía al máximo en los meses anteriores y posteriores al parto para establecer un cambio de sus normas. Si yo, uno de los atletas más visibles de Nike, no pudiera conseguir esta protección para las madres, ¿quién podría?".
Pero Nike se negó y ella dejó de trabajar con ellos. Explica que esta experiencia está siendo tan desgarradora porque "irónicamente, uno de los factores decisivos para firmar con Nike en 2010 en lugar de con otro patrocinador que me ofrecía más dinero, era porque creía en lo que parecían sus principios básicos: su apuesta por las mujeres y las niñas".
Y solo unos meses, el tema no parecía haber mejorado, a pesar de las denuncias de las patrocinadas por la marca.
El mismo diario que utilizaron las atletas para denunciar, The New York Times, explica que ha tenido acceso a un contrato para patrocinio de atletismo de 2019 de la marca deportiva y que en él aún consta que puede reducir el pago de un atleta “por cualquier motivo” si la persona patrocinada no cumple un umbral de desempeño específico (como quedar fuera de los primeros cinco lugares en una clasificación mundial, sin excepciones por parto, embarazo ni maternidad).
La polémica fue de tal importancia, que incluso llegó al Congreso de Estados Unidos, que pidió al director ejecutivo de Nike, Mark Parker, que aclarara la postura discriminatoria de la empresa.
Parece que la marca ha cumplido con su promesa de terminar con este trato discriminatorio a las mujeres, tal y como recoge el comunicado compartido por Allyson Felix y que parece dar cerrojazo a esta polémica cláusula.
¡Basta ya de penalizar a las madres!
De todos los testimonios que leí acerca de la política discriminatoria de Nike, quizás el testimonio de la atleta Kara Goucher, en The New York Times, fue el que más me impresionó y no puedo evitar sentir empatía hacia ella. ¡Tuvo que ser tan duro!
La corredora olímpica cuenta que la parte más difícil de la maternidad fue cuando se enteró de que Nike dejaría de pagarle hasta que comenzara a competir de nuevo. Y ya estaba embarazada.
Así que lo sacrificó todo por su carrera: programó correr un medio maratón tres meses después de tener a su hijo Colt, y dejó de darle el pecho porque el médico le aseguró que tenía que elegir entre correr 190 kilómetros cada semana o amamantar a su bebé.
Siguió entrenando, algo que jamás se perdonará. Y ahora no puede evitar las lágrimas cuando recuerda que “sentí que debía dejarlo en el hospital para salir a correr, en vez de estar con él como lo haría una madre normal”.
De verdad que espero que las mujeres no tengamos que seguir eligiendo entre nuestro trabajo y nuestros hijos, que podamos estar a su lado, disfrutar de ellos sin más distracciones ni plantearnos si podremos darles de comer el mes siguiente porque "perdemos demasiado tiempo cuidándoles".
Y lo digo con conocimiento de causa, porque yo pasé por ese estrés. Siempre he sido periodista freelance y durante el embarazo de mi segundo hijo estaba lanzando una nueva revista para una gran editorial. Todos mis jefes eran mujeres y aún así, tuve que trabajar hasta el último día, saltándome incluso el control de monitores "porque había que cerrar".
Y, al día siguiente de salir del hospital, ya estaba en casa preparando el próximo número y haciendo entrevistas por teléfono para otro de los medios con los que colaboraba. También en manos de mujeres.
El miedo a perder tu sustento hace que sacrifiques tu vida familiar y que luego te arrepientas de haber perdido un tiempo que no regresará nunca. Pero esa es otra historia.
De momento, me quedo con la declaración de intenciones de mi compañera Lucy Ortega y que me encanta: "Trabajo siempre habrá, pero nuestros hijos nunca volverán a ser así de pequeños".
Vía | El País
Fotos | Instagram Allyson Felix
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