Si eres padre o madre seguro que en más de una ocasión has besado a tu hijo en los labios, o te ha besado él (o ella), o si no lo has hecho has visto a otros padres o madres besando de ese modo a sus hijos. Los niños nos besan en los labios imitándonos a los adultos cuando nos besamos entre nosotros o como respuesta a un aprendizaje: como nosotros les besamos en los labios, ellos nos corresponden.
Es una muestra de cariño inocente, de amor, para demostrarles que les queremos o en señal de despedida o reencuentro. Un besito cuando nos vamos a separar, "para que sepas que te quiero", un besito cuando nos volvemos a ver, "para que sepas que te he echado de menos". Nadie ve nada peligroso ni negativo en ello, excepto los dentistas, porque aumenta el riesgo de caries, y algunos profesionales de la psicología como la Dra. Charlotte Reznick, que asegura que deberíamos pensarnos dos veces lo de besar a los niños en la boca.
¿Que aumenta el riesgo de caries en los niños?
Sí, así es. Lo dice la Sociedad Española de Odontopediatría, que no deberíamos besar en los labios a nuestros hijos porque hacemos que tengan más riesgo de padecer caries. En [este documento](algunos profesionales de la psicología) con información y recomendaciones sobre las caries dicen lo siguiente:
Los microbios que provocan la caries son adquiridos. El bebé nace con la boca estéril y poco a poco se invade de gérmenes. La transmisión de estos microbios viene, en la gran mayoría de los casos, a través de los padres, de la misma forma que se puede transmitir una simple gripe.
Existen diferentes formas de transmisión de los microbios a la boca del niño; a veces los padres utilizan la boca como mecanismo de limpieza de un chupete, la tetina de un biberón o una cuchara e incluso les cortan los alimentos con su propia boca. Otras veces es la costumbre de besar a los hijos en la boca.
No tiene que ver que los adultos tengan caries o no, simplemente el intercambio de saliva podrá transferir estos gérmenes a la boca del pequeño. Por ello, la principal recomendación es limpiar bien los chupetes con agua, nunca con la boca y prescindir de los besos en la boca, por muy entrañables que parezcan.
¿Y por qué hay que pensárselo dos veces antes de besarles?
La Dra. Charlotte Reznick es psicopedagoga y profesora clínica asociada de psicología en la Universidad de UCLA. Según comenta desde hace unos años, el tema de besar a los niños es bastante controvertido por aquello de "empiezas cuando son pequeños pero, ¿cuándo dejas de hacerlo?". Porque no es lo mismo besar a un niño pequeño que a un niño de, por ejemplo, 10 años. Para evitar esta disyuntiva, recomienda que los padres dejen de besar a sus hijos en los labios ya, tengan la edad que tengan.
Según leemos en The Stir, una web donde a menudo participa como asesora, si tomamos el ejemplo de una niña de 6 años de edad, besada por su padre, tenemos una acción completamente inocente por ambas partes, pero que puede ser peligrosa si luego la niña va a clase y trata de besar a sus compañeros de clase en los labios. Lo hará igualmente de un modo inocente, pero a ojos de terceras personas, ya a esa edad, podría empezar a considerarse como acoso sexual:
Cuando un niño llega a los 4, 5 ó 6 años y su conciencia sexual empieza a existir (y en algunos niños eso sucede antes, como cuando nos damos cuenta de que empiezan a masturbarse a los 2 ó 3 años, cuando acaban de descubrir sus partes íntimas y se sienten bien) el beso en los labios puede ser estimulante para ellos.
Al parecer, Reznick ha tenido que intervenir en algunos casos sucedidos en escuelas de EE.UU., porque allí tienen muy presente el tema del acoso sexual, incluso en el colegio, como un caso en el que un niño besó a otra niña en clase. Según explicó a Babyology:
El niño entró en la clase y besó a una chica en los labios. Los responsables de la escuela no estaban seguros de si su comportamiento era impulsivo o si era más una cuestión de acoso sexual. Estuvieron cerca de expulsarlo pero al final no lo hicieron a cambio de que recibiera unas sesiones de asesoramiento.
No sabemos la edad de ese niño, pero ella está hablando de niños de todas las edades (incluso de preescolar) y obviamente no es lo mismo que un niño de 4 años bese a una niña de su misma edad, que lo haga un niño de 10 años con una compañera de su clase, sin el permiso de ella. En cualquier caso, asegura que no hay necesidad de besarles en los labios, como padres, porque es una zona sensible que se estimula fácilmente con el contacto.
Asevera que no quiere decir con esto que esté mal, o que hasta ahora hayan hecho algo muy negativo, sino simplemente explicar la realidad para que luego cada padre obre como considere mejor.
Pues yo les he besado en los labios (y lo volvería a hacer)
Ahora viene cuando vosotros, como padres y madres, dais vuestra opinión sobre lo que acabáis de leer. Charlotte Reznick es profesora de psicología, autora de libros para padres y, como veis, asesora en centros de educación, como psicopedagoga, y a mí me da la sensación, al leer sus palabras, que estoy "escuchando" a la panadera.
Con todos mis respetos por las panaderas, alucino cuando veo que explica, tan tranquila y probablemente sin inmutarse, que un niño a los 4-6 años ha desarrollado su sexualidad y podría estar acosando sexualmente a una compañera o que un niño de 2-3 años que se toca sus partes, lo hace porque ya tiene conciencia sexual. Como ya expliqué aquí en Bebés y más hace ahora 7 años, el que un niño de esa edad se toque los genitales es un acto natural de exploración y conocimiento de su propio cuerpo y, como tal, no debemos censurarlo. Se tocan, les gusta y lo hacen y repiten.
De igual modo, besar en los labios no tiene para los niños ninguna connotación sexual, ni de burla, ni de acoso. Si lo hacen es porque quieren repetir un patrón o porque sienten cariño hacia otra persona. De hecho, es habitual ver a niños de 3 ó 4 años besar a otros niños de 3 ó 4 años y dudo que por ello nadie diga que son gays. Que tampoco pasaría nada si lo fueran, pero es que como aún no han desarrollado su sexualidad, es absurdo empezar a decir que son una cosa o la otra.
Así que lo confieso: he besado a mis hijos en la boca. Lo he hecho muchas veces, pero muchas, desde el amor y el cariño que les tengo, y me encanta cuando ellos me besan a mí (de hecho, mi foto de perfil en el WhatsApp es una en la que Guim me besa en la boca). Ahora ya no lo hacemos. Tienen 9, 6 y 3 años y no les beso en la boca. ¿Por qué? No sé, ni ellos me han pedido dejar de hacerlo ni yo lo evito de manera consciente y premeditada. Es simplemente que ahora me sale besarles en la mejilla.
Pero vamos, que si aún les besara en la boca no tendría ningún problema en hacerlo en público, ni en decirlo. De hecho, en contra de lo que sugiere esta psicóloga, y sin ser yo poseedor de su currículum, recomiendo lo contrario: besad a vuestros hijos en los labios tanto como queráis, y hasta la edad que queráis. Los niños son lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que los adultos solo besamos en la boca a las personas que amamos, y por eso cuando crezcan no irán besando en los labios a gente desconocida, ni a todos sus amigos, ni a los perros del parque, ni a las psicólogas que escriben libros. Y si hacen algo así, o lo intentan, basta con explicar qué significa un beso en la boca en el mundo de los mayores para que lo hagan cuando consideren oportuno.
Besadlos mucho, tanto como podáis, a menos que queráis evitar aumentar el riesgo de caries. Entonces mejor no hacerlo, que eso sí es verdad.
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En Bebés y más | Besos en la boca a los hijos, ¿si o no?, Los niños tienen que poder elegir a quién besar y a quién no