Esta española, natural de Cádiz, una vez cumplido su sueño de ser madre ha reconocido que para conseguir el tratamiento de fecundación in vitro en una clínica de Estados Unidos, tuvo que mentir sobre su edad, algo que parece tan obvio que se va a comprobar, pasó por alto en los trámites burocráticos. ¿Sorprendente?
Carmela ha concedido una entrevista a The News of the World en la que explica que dijo tener 55 años y que no le pidieron identificación alguna, aunque el director del centro, Vicken Sahakian afirma que la política de la clínica obliga a comprobar el pasaporte de los clientes. La gaditana asegura que aunque ahora tenga un aspecto cansado tras el embarazo y el parto, cuando acudió a la clínica estaba físicamente más joven y delgada.
Reconoce que no estuvo bien mentir, pero sugiere que todas las mujeres tienen su momento para ser madre, y éste era el suyo, tal era su sueño que tuvo que vender su casa por unos 45.000 euros para poder pagar el tratamiento de la fecundación in vitro.
Pau y Christian son los bebés con la mamá más anciana del mundo, y aunque tuvieron que pasar por la incubadora, ahora gozan de buena salud, esperamos que cuenten con lo necesario para vivir felices y sanos.
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