Regalan 204 muselinas a la UCIN que salvó la vida de su bebé, para reconfortar a otros niños que luchan por sobrevivir

Garrett nació en mayo de este año con una grave insuficiencia en los pulmones, lo que le impedía respirar por sí mismo. Así que pasó meses ingresado en la Unidad Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Infantil de Seattle (Estados Unidos) luchando por su vida.

El martes 18 de septiembre, sus padres Erin y Kevin Smith, regresaron al hospital con su hijo mayor de dos años Griffen y el pequeño Garrett, para donar 204 muselinas que puedan reconfortar a otros bebés que pasen por lo mismo que Garrett y así agradecer todo lo que el personal del centro hizo por ellos.

Hay noticias que nos tocan el corazón más que otras, y en este caso, hay que admitir que nos hemos emocionado, y mucho. Alegra mucho saber que un bebé con problemas médicos sale adelante y más aún cuando unos padres agradecidos reconocen la labor de los profesionales que cuidaron a su pequeño.

Esta es la historia de Garrett y sus padres, pero también de la generosidad de familiares y amigos, que hicieron sus donaciones para que las muselinas llegaran al hospital.

El pequeño Garrett, un auténtico luchador

Foto cortesía de Erin y Kevin Smith

Dicen Erin y Kevin Smith, de Edmonds, Washington (EE.UU.), que supieron que su hijo Garrett, un bebé nacido a término, tenía algún problema, nada más nacer en mayo: "en vez de llorar como cualquier recién nacido, parecía que le costaba respirar y gimoteaba bajito".

Como empeoraba, Garrett fue trasladado a la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) del Hospital Infantil de Seattle. Durante sus primeros 20 días no logró respirar por sí solo sino con la ayuda de ECMO (oxigenación por membrana extra corporal). El diagnóstico: hipertensión pulmonar severa.

Después de dos semanas luchando por su vida, el pequeño Garrett logró respirar sin ayuda mecánica, aunque aún tuvo que pasar seis semana más ingresado antes de poder irse a casa.

Un suave gesto de amor hacia sus salvadores

Garrett y su familia. Foto cortesía de Arlene Chambers Photography

Como es normal, estos meses marcaron profundamente a sus padres Erin y Kevin.

Recuerdan que las noticias que los médicos les daban sobre su pequeño, eran cada vez peores y el traslado de un hospital a otro fue traumático. Sin embargo, aseguran que en su memoria se ha quedado grabado el trato cálido que los profesionales le dieron a su hijo. Además:

“Los doctores y enfermeras siempre estuvieron dispuestos a explicarnos las cosas y responder todas las preguntas”.

Por eso, mientras se preparaban para regresar a casa, la familia buscó una manera de mostrar su gratitud a los médicos y enfermeras. Erin explicó al hospital que:

"Aunque no hay ninguna cosa suficiente para dar las gracias a las personas que salvaron la vida de su hijo, queríamos hacer algo que no solo hiciera felices a las enfermeras, sino que también beneficiara a las futuras familias".

Fue así como recordando la sensación de confort que sintieron al coger a Garrett envuelto en una muselina, por primera vez después de salir de la ECMO, decidieron recolectar algunas de ellas para donar a la UCIN y que así puedan envolver a otros bebés vulnerables ingresados. La razón, según sus padres explicaron a Babble:

”Las mantas del hospital no dejaban transpirar y Garrett no parecía cómodo envuelto en ellas. Las mantas donadas al hospital por nuestros familiares y amigos son de muselina, que son livianas y extremadamente transpirables”.

Pero la visita a la UCIN del Hospital Infantil de Seattle para hacer la donación no fue emocionante solo para la familia Smith, también para el personal que cuidó de Garrett y que sigue cuidando a bebés como él a diario.

"Estas mantas donadas significarán mucho para nuestras familias", dice Flor García, enfermera de la UCIN en el Hospital Infantil de Seattle. Y añade que:

"Pequeñas cosas como mantas son muy importantes para nuestros padres, porque les da una sensación de normalidad y un medio para interactuar con su bebé".

Garrett ha cumplido cuatro meses

Garrett hoy. Foto cortesía de Erin y Kevin Smith

Sus padres, Erin y Kevin, aseguran que su pequeño ha pasado muchos altibajos desde que llegaron a casa. Entre ella, dificultades para alimentarse, lo que obligó a colocarle Intubación Nasogástrica.

Pero por suerte, desde agosto come por sí solo y parece que, a pesar de todos estos obstáculos iniciales, a Garrett, que ahora tiene 4 meses, le está yendo mucho mejor, y su pronóstico para el futuro es excelente.

"Garrett se está desarrollando normalmente y los médicos esperan que lleve una vida normal”, explican sus padres.

Un final feliz para un niño adorable. Está sí es una historia de las que nos gusta escribir.

Vía | Seattle Children's Hospital y Babble.

Fotos | Erin Smith y Arlene Chambers Photography (con autorización de publicación)

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