No, no voy a preguntar si queréis más a uno de vuestros hijos. Ya he explicado en sucesivos posts que, más que amor, deberíamos hablar de preferencias, empatía, cercanía... y que además existen razones de distinta índole para explicar por qué existen los hijos favoritos. Y hoy en la pregunta de la semana queremos saber
¿Sientes más cercanía por alguno de tus hijos?
Nos encantaría conocer cómo sentís la relación con vuestros hijos, incluso si aún no los tenéis o solo tenéis un hijo en la familia, esta es una cuestión en la que se suele pensar: ¿cómo imagináis que actuaréis? Una cuestión difícil, lo sé, porque no se trata de actos sino de sentimientos, y hasta que no se dé el caso difícilmente podremos hacer predicciones (o al menos predicciones acertadas).
Pero todos tenemos una opinión más o menos formada al respecto antes de ser padres, y también podemos hablar del tema una vez la familia crece. ¿Hay algún hijo favorito?
La pregunta de la semana pasada
Hace unos días os preguntábamos cómo conciliáis la vida familiar y el trabajo, y hemos recibido varias respuestas, entre las que destacan la de Alejandro que nos contó por extenso su situación, de la que extraemos estos fragmentos:
Yo fui de los primeros papás primerizos que pudo cogerse los famosos 15 dias, que negocié con mi empresa en alguno más. Un par antes y par después. Estuve desde diciembre de 2009 a Septiembre de 2010 de excedencia con mis dos hijos y mi pareja. Experiencia absolutamente recomendable para la crianza y para el crecimiento de la pareja y de la propia persona. Teletrabajo cada vez que puedo, manejo mi horario dentro de unos margenes. No me perdí una sola de las chiquicientas mil ecografías que hicimos (dos embarazos de alto riesgo), ni visitas al gine, ni una clase de preparación al parto, ni una solo día de estimulación temprana de los dos primeros años de los peques. Dejé de viajar a dar cursos (soy formador en empresas) fuera de Madrid. A cambio compromiso, responsabilidad, flexibilidad y resultados. Mi empresa no quiere ni necesita más. La parte rosa y envidiable termina aquí. No hace falta que os diga que todo esto no es gratis, ni social, ni personal, ni económicamente. Precios… consumir todos los ahorros de los años de no paternidad, renunciar a la segunda línea de la empresa y una bonita tarjeta que decía Director. Cuando no era padre, fui Director de formación y más tarde de I+D, hoy soy consultor. Las caras de mis compañeros hombres…de “este es un marciano"..los vaticionios, de “en un mes estás de vuelta, vas a quedar de niños…", “eres una madre", en tono risueño y despectivo. Las extrañas reacciones de compañeras de trabajo, culpando a mi paternidad de sus propias necesidades y de las decisiones de sus parejas. Mis suegros, para los que soy demasiado moderno..etc. etc… y por supuesto no me libro de “machista", “perpetuador del sistema capitalista", etc.
También gochita nos contó que
Es complicado conciliar la vida familiar y laboral porque los colegios tienen unos horarios que son difícil de adaptarse a no ser que te acojas a una reducción de jornada, que por otro lado es mejor para poder estar más tiempo con los hijos, pero económicamente no es tan bueno. Si se consiguiese que los colegios estuviesen abiertos más tiempo, al final apenas estaríamos con nuestros hijos y tampoco sería beneficioso. También se tendría que romper la barrera de los empresarios o directivos que están en contra de las reducciones, porque seguramente muchas mujeres no se lo pueden permitir por miedo a perder su trabajo. Yo estoy con reducción de 1 hora diaria y se nota en el sueldo, pero lo compensa recogiendo a mi hijo en la guardería cada día.
Como veis son reflexiones muy interesantes, y os recomendamos leer además el resto de respuestas de nuestros lectores, como la de Esher o la de Ainara. ¡Muchas gracias a todos por participar!
Ahora ya está disponible la nueva pregunta de la semana. Recordad que tenéis siete días para dejar vuestros comentarios en la misma, en la sección de Respuestas, para que sean valorados por los lectores y las demos a conocer la semana que viene.
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