Los smartphones son una herramienta maravillosa que ha venido a facilitarnos muchos aspectos y tareas de nuestra vida laboral como personal. El tener al alcance de la mano una cámara, nuestra agenda y la forma de mantenernos en contacto con nuestra familia y amigos, resulta ser algo muy práctico. Pero también, es algo que absorbe mucho de nuestro tiempo y nuestra atención.
La distracción que representa tener un smartphone, no sólo nos priva de la interacción real con otras personas, sino que podría afectar en la calidad de nuestra relación con los demás. Especialmente, con nuestros hijos.
Un nuevo estudio encontró que el uso de smartphones podría prevenir que cultivemos y desarrollemos sentimientos de conexión y cercanía con nuestros hijos. Te compartimos sus resultados.
Realizado por investigadores de la Universidad de Virginia y publicado en el Journal of Social and Personal Relationships, este estudio analizó el impacto que tiene el uso de smartphones cuando los padres están pasando tiempo con sus hijos y cómo afecta en la relación entre ellos.
Se llevaron a cabo dos experimentos: uno en un museo, donde se les asignó a los padres que usaran su teléfono de forma frecuente o con poca frecuencia. En ese primer experimento, se encontró que quienes lo usaban de forma frecuente se sentían más distraídos, lo que ocasionaba sentimientos alterados de conexión social, y del tiempo que pasaban con sus hijos.
En otro experimento similar, se realizó un estudio diario durante una semana, donde encontraron evidencia más profunda de cómo los smartphones distraen a los padres de cosechar ese sentimiento de conexión social al pasar tiempo con sus hijos.
Los investigadores concluyen que el estar constantemente conectados a Internet, podría ser costoso para la creación de vida social con las personas que nos rodean.
Dejemos el móvil de lado
Si bien este estudio no revela algo que no supiéramos o imagináramos, debemos tomarlo como un recordatorio de la importancia de mantenernos enfocados y no distraídos cuando estamos con nuestros hijos.
El tiempo que pasamos con ellos, especialmente durante sus primeros años de vida, será esencial para ir construyendo desde la infancia una relación cercana entre padres e hijos, donde pueda haber espacio para la confianza, la seguridad y el respeto.
Debemos recordar ser padres presentes. Es normal que haya días en los que por asuntos laborales o cuestiones de especial importancia tengamos que estar atentos a nuestros móviles. Pero cuando se trate de eso, una buena opción sería destinar una cantidad específica de tiempo para revisarlos, resolver los pendientes y entonces soltarlo totalmente.
Recuerdo que a tu móvil no le afecta que no le prestes atención, pero a tus hijos sí. Cada minuto que pasamos absortos en nuestros smartphones, es un minuto que nos perdemos de la maravillosa compañía que son nuestros hijos.
Con esto tampoco decimos que su uso debe ser prohibido o que les eliminemos por completo. Es simplemente una recomendación que a la larga, será lo mejor para ti, para tus hijos y para la relación que podrán tener cuando llegue a su vida adulta.
Pongamos el ejemplo al no abusar de su uso, desenganchémonos del móvil y comencemos a enfocarnos en lo verdaderamente importante: fomentar y desarrollar una conexión real y cercana con nuestros hijos.
Foto | iStock
Vía | PsyPost
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