Ya sabemos que amamantar puede doler, pero no debería doler. Una de las causas del dolor en el pecho y/o la aparición de grietas en el pezón puede ser un mal agarre durante la succión. Por eso, un correcto "enganche" del bebé al pecho es clave para iniciar la lactancia materna con buen pie.
Un buen agarre supone una inserción total y la colocación del pezón cerca del paladar blando del bebé, en la parte posterior de la cavidad bucal ("zona confortable", que podemos encontrar fácilmente en nuestra boca con nuestra lengua, tocando el paladar). En estos casos, la succión es más efectiva y no produce dolor a la madre. El pezón no llega a verse alrededor de la boca del bebé, que ocupa gran parte de la areola mamaria.
Por el contrario, habría dificultades si el pezón queda a media altura, bajo el paladar duro, cerca de la entrada de la boca. El pezón de la madre puede llegar a verse parcialmente, pues la boca del bebé no lo abarca por completo. Entonces tendríamos un agarre superficial, por el que el pezón fricciona contra el paladar duro, lo cual puede causar incomodidad y dolor a la madre conforme pasa el tiempo y el bebé sigue mamando de esta manera.
Claves para un buen agarre al amamantar al bebé
- La posición del bebé: sea cual sea la postura que elijas, comprueba que la cabeza, el cuello y la columna del bebé estén rectos y que su mentón está dirigido ligeramente hacia arriba, y no hacia abajo (hacia su pecho).
- Ponte cómoda: Si te resulta más cómodo puedes utilizar almohadas o cojines para apoyar la espalda y los brazos.
- Estimula al bebé con el pezón: si colocas el pezón cerca de sus labios con delicadeza, el bebé, por instinto, abrirá la boca para mamar.
- Acerca al bebé a tu pecho: mantén a tu bebé bien pegado, con el mentón siempre en contacto con el pecho. Incluso la nariz queda pegada al pecho, pero tranquila que el bebé aprende a coordinar la respiración con la deglución.
- Observa la succión: notarás en el pezón un ligero tirón que no debe doler y verás que el bebé mueve la mandíbula durante la succión y la deglución.
Si duele, o notas que el bebé no está bien agarrado al pecho, retíralo y vuelve a intentarlo. Si es necesario, puedes introducir con cuidado un dedo limpio por una esquina de la boca para interrumpir la succión.
De este modo lograremos que haya un buen agarre del bebé durante la succión al mamar, como nos muestra de manera muy ilustrativa este vídeo.
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