He leído una noticia sobre un curioso sistema que se lleva a cabo en Tijuana, México para reducir el índice de embarazos en chicas jóvenes y fomentar la paternidad responsable.
El programa de prevención de embarazos no deseados consiste en entregar a más de 150 adolescentes 65 bebés virtuales que lloran, comen, se mueven y necesitan cariño como un bebé de verdad.
Durante 48 horas los jóvenes tendrán que atender todas sus necesidades básicas como alimentación, cambio de pañal, cariño, aseo… El bebé contiene dentro varios censores (en la boca, biberón, pañal) y un sistema computarizado que detecta si sus cuidadores están cumpliendo correctamente o no con su rol de padres. Incluso permite monitorear si el niño es sacudido o golpeado.
Suena a proyecto de ciencias, pero me pareció un buen método para concienciar a los adolescentes sobre las consecuencias de las relaciones sexuales sin responsabilidad y que, aunque parezca paradójico en este caso, un hijo no es un juguete.
Vía | Frontera.info