Realizar deporte ayuda a los niños a desarrollar habilidades físicas, además se divierten, conocen a más niños y adultos y les ayuda a ser más sociables, aprenden a jugar siendo parte de un equipo y a mejorar su autoestima. Además intervendrá para evitar la obesidad que tantas alarmas está causando.
La escuela inicia la enseñanza del deporte a nuestros hijos, pero tal vez no es suficiente y se puede recurrir a los clubs o asociaciones deportivas, que si están cerca de casa facilitarán su asistencia.
Es muy importante la labor de los padres para animar al pequeño a realizar deporte. El apoyo emocional es la base para que el niño se sienta con ganas de asistir al entreno. Hay que acompañarle y presenciar el partido, la carrera, el baile, como sabe nadar, etc., entablar conversaciones para que nos explique sus experiencias con los compañeros o con el entrenador y sobre todo, ayudarle a aprender que no siempre se gana y que eso no hará que le queramos menos. Aunque sean pequeñitos y los retos sean igualmente menos valorados (para algunos), reconocer en nuestros hijos sus destrezas deportivas, verles cómo se divierten y ejercitan, nos satisfará enormemente.
En general, el deporte es una muy buena actividad para que los niños se desarrollen, tanto física como mentalmente, incluso los factores de inteligencia, la disciplina y su comportamiento puede ser más positivo, lo que le servirá en un futuro.
No hay que darse por vencido si el deporte que ha empezado a realizar tu hijo no le gusta, es muy posible que encontréis otro que se amolde a él, hay un deporte para cada niño, si de pequeñitos se inician en alguna actividad deportiva, es más fácil que de mayores lo continúen.
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