Cada vez hay más expertos en educación que afirman que los niños deberían empezar a aprender la base de la lecto-escritura, esto es aprender a leer letras, sílabas, sonidos…, a partir de los tres años en lugar de esperar al ciclo de primaria, es decir, a los seis años, pues aseguran que un aprendizaje precoz fomenta la habilidad para el estudio.
Carmen Herrera, maestra y vicepresidenta de la ONG Asociación Nuevos Pasos, los niños tienen la capacidad y lo que es más importante, motivación. Los niños que ven una botella de Coca-Cola, saben que se trata de esa bebida por sus símbolos y ésa es la base de la lectura.
Los niños que tienen un aprendizaje temprano de la lectura, tienen una mejor comprensión lectora, que es la base del lenguaje y tendrá mayor posibilidad de obtener buenos resultados en el resto de asignaturas. Cada vez hay también más padres volcados en el aprendizaje temprano de sus hijos, en casa empiezan con las vocales y en algunos casos a unirlas con las consonantes, cuando estos niños llegan a primaria, tienen ese camino andado.
Además hay claves que ayudan a motivar a los niños a querer conocer las letras. Los tebeos motivan a querer saber lo que se dice, las viñetas son bastante estimulantes, situarlos en lugares que estén a su alcance, será un buen recurso para los pequeños.
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