Nuestros compañeros de Compradicción nos muestran este cojín de algodón enorme llamado HappyCat y pensado para que los más pequeños desarrollen toda su imaginación usándolo como un juguete. Se puede saltar, escalar, esconderse, tumbarse, sentarse a comer o a dibujar y todo el amplio espectro que implica jugar.
Está disponible en muchos colores y es desenfundable y lavable.
Hasta aquí muy bien, pero también nos informan de que cuesta unos 170 euros y cito textualmente “pero que el niño esté tranquilito en su rincón no tiene precio”.
Pues dos comentarios: me parece super caro habiendo tantas opciones más baratas y aunque me he reído con la frase, he de reconocer que nuestros hijos no tiene un botón de “off” para desconectarse y mucho menos con un simple asiento-puff.
Con ese dinero puedo hacer muchas cosas con mi hijo y comprar varios puffs más sencillos en Ikea.
Vía | Compradicción En Bebés y más | Fatboy: un puff multifuncional En Bebés y más | Hamaca de madera En Bebés y más | Silloncito Doomoo Baby