A veces perdemos la perspectiva de los verdaderos problemas del mundo mirando nuestro ombligo. Las madres españolas también tenemos nuestras carencias políticas y sociales de apoyo a la familia, pero la verdad es que nos quejamos de vicio en comparación con los millones de madres a quienes las condiciones de vida realmente duras (no como las nuestras que somos el 8º país económico mundial) les obliga a lo peor que le puede suceder a una madre: la separación peremne de su hijo.
Si ya es duro separarte unas horas, incluso el día entero de tus bebés e hijos, ¿cómo será no verlos ni siquiera dormidos? ¡Qué dolor tan infinito pueden llegar a sentir estas madres¡ ¡Qué sacrificio tan titánico están haciendo por el futuro de sus familias¡ ¡Y cuán poco lo valoramos en los países ricos¡
He abierto los ojos a esta realidad al informarme del nuevo libro de la pedagoga argentina Nora Roberts “Educar desde el locutorio” que se presentó hace un mes en Madrid y que propone una nueva mirada frente al acto de emigrar, la educación de los hijos y las modernas formas de vida.
En la presentación se proyectó también el reportaje “Educando desde el locutorio”, realizado por Plataforma Editorial, imágenes del proyecto “Familias transoceánicas” de la Asociación de Cooperación Bolivia España (ACOBE), y una secuencia de la película “Princesas”, de Fernando León de Aranoa.
Detrás de estas historias de sacrificios, miedos y amor incondicional hay necesidades importantes como la de mantener un vínculo positivo con la familia que llegará después, fortalecer lazos con hijos que han quedado temporalmente al cuidado de otros o simplemente seguir educándolos en la distancia. Las 871 millones de llamadas desde locutorios son la prueba de esta nueva realidad educacional.
Las madres extranjeras pasan por un doloroso y doble duelo migratorio: al proceso que todo inmigrante vive hay que añadir el fuerte sentimiento de culpa. Por eso Nora Rodríguez recomienda a estas madres inmigrantes:
- seguir siendo las responsables de sus hijos en la distancia
- impedir que se rompa el vínculo: teléfono, cartas, etc.
- hablar bien, sin rencor, de la gente que cuida a su hijo allí
Reunirse con sus hijos es el objetivo final de la mayor parte de mujeres extranjeras que viven en España sin ellos. Un estudio reciente de la ONG Red Acoge señala que el 71% de ellas ya vive con sus hijos.
Desde aquí nos solidarizamos de todo corazón con estas madres y deseamos que el 100% pueda vivir con sus hijos.
Aunque realmente lo que tendríamos que pedir al Universo y exigir a los organismos internacionales y nacionales es que en el siglo XXI y con el nivel de desarrollo de nuestra civilización ninguna madre ni padre se vea obligado a abandonar su país y a sus hijos.
¡Nos quedan muchas revoluciones pendientes¡
Vía | Adn
Más información | Periodista latino