Ya hemos visto que existen biberones desde la antigüedad, aunque de barro u otros materiales, por tanto era sólo cuestión de tiempo que se inventase uno que imitase el pecho materno, no sólo en la tetina sino en todo el recipiente.
Personalmente los he visto dentro del envase y no he podido comprobar su textura, pero está realizado con un material blando y los fabricantes dicen que los bebés responden muy bien a la suavidad parecida a la de la madre, y que con frecuencia aceptan este biberón al primer intento, aunque hayan rechazado otros.
Otra novedad es que tiene una tetina patentada con tres orificios de salida. Un flujo lento similar a la lactancia materna y otros más rápidos que se pueden abrir a medida que crezca el bebé o para los que les cueste demasiado esfuerzo el primero.
En la web explican detalladamente las instrucciones. Parece que requiere un pequeño proceso de aprendizaje.
Existen 2 modelos: el de la foto de arriba, con forma de pecho, y el de abajo, más similar a un biberón y de mayor capacidad.
Me parece una gran idea tanto para las madres de lactancia artificial como las de mixta o incluso las que dan lactancia exclusiva pero quieren dar en biberón alguna toma para ausentarse (con leche suya extraída u otra).
Lo que no tengo claro si es fácil de manejar o no, y por supuesto no es compatible con todo el mercado de productos para biberones: escurridores, esterilizadores, calentadores, etc. Pero parece que los beneficios pueden compensar las desventajas. Es cuestión de probarlo.
Varias marcas lo comercializan. Lo he visto en tiendas ecológicas y en la Feria de Biocultura. Cuesta unos 18 euros.
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