Tras conseguir sentarse solo, el siguiente paso en la evolución del niño será el gateo. Aproximadamente entre los seis y los ocho meses (cada uno tiene su propio ritmo) el bebé comenzará a arrastrarse e irá perfeccionando la técnica hasta conseguir gatear como un experto por toda la casa. El gateo es el primer paso para la autonomía motora del bebé.
No todos los bebés gatean. Algunos se saltan esta fase del desarrollo y directamente se ponen de pie para comenzar a andar. Pero es importante, que en la medida de lo posible estimulemos esta etapa en el bebé por los grandes beneficios que tiene el gateo para su desarrollo.
Conecta los hemisferios cerebrales
El gateo conecta los hemisferios cerebrales y crea rutas de información cruciales para la maduración de las diferentes funciones cognitivas. De esta forma, ayuda a la futura lateralización del cerebro, cuando uno de los hemisferios se convierte en dominante y el otro en servidor.
Desarrolla el equilibrio y tonifica los músculos
Desarrolla el patrón cruzado, que es la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal en equilibrio del cuerpo humano.
Ese movimiento comprende el del eje de las caderas y el de los hombros. Al gatear se tonifican adecuadamente los músculos que más adelante permitirán que el niño mantenga la columna recta cuando esté maduro para poder ponerse de pie.
Fomenta la percepción del propio cuerpo
Desarrolla el sistema vestibular y el sistema propioceptivo. Ambos sistemas permiten al bebé comenzar a tomar conciencia de las partes de su propio cuerpo.
Es importante para la salud visual
Permite el enfoque de los ojos. Al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla convenientemente, el niño enfoca los dos ojos en un mismo punto a corta distancia.
Éste es un estupendo ejercicio muscular para los ojos y es tal su importancia que, según estudios de optómetras, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños.
Desarrolla la motricidad fina y gruesa
El niño siente la tactilidad de la palma. Esto tiene una serie de ventajas de manualidad fina que luego influirán en la escritura. Además, al masajear la palma de la mano, ésta envía información al cerebro de dónde está y de las diferentes sensaciones y texturas que siente.
También, al gatear el niño apoya su peso en las palmas de las manos y soporta esa tensión en las articulaciones de las muñecas, de los hombros, de la columna vertebral, de los fémures y de las caderas. Así percibe la oposición de la gravedad y aprende a manejarse con ella.
Le ayuda a adaptarse al medio
Le ayuda a medir el mundo que le rodea y adaptarse al medio. La distancia que hay entre los ojos y la palma de la mano al gatear es una medida fundamental en todas las civilizaciones. Con esa nueva medida corporal el niño mide el mundo circundante desde su propia perspectiva.
Comienza además a percibir diferentes distancias y las dimensiones de los objetos. Empieza a distinguir lo grande de lo pequeño, lo que está lejos de lo que está cerca...
Desarrolla la coordinación
Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y escribir. Facilita el aprendizaje de la lecto-escritura.
Mejora las defensas
Al estar en el suelo y tocar diferentes superficies, el bebé se expone a los gérmenes y a la suciedad. Como dijimos en alguna ocasión, hasta cierto punto es bueno que los niños se ensucien dado que su sistema inmunitario necesita unas mínimas dosis de gérmenes para estar activo y sano.
De hecho, que el bebé gatee está relacionado a un menor riesgo de desarrollar asma, puesto que al gatear, tocar el suelo o la alfombra están más expuestos a las partículas de polvo ambientales.
Abre un mundo de experiencias y descubrimiento
La autonomía que le permite el desplazarse por sí mismo le abre al bebé un apasionante nuevo mundo por descubrir. Antes lo llevábamos en brazos a todos lados, pero ahora puede salir a explorar por sí mismo todo lo que encuentra a la altura del suelo cuando gatea.
Por eso es muy importante que adaptemos la casa a esta etapa de desarrollo, con alfombras o suelos cómodos y todas las medidas de seguridad necesarias (enchufes, puertas, escaleras, etc.) para que el bebé pueda moverse libremente.
En Bebés y más | Gateo y salud visual del bebé: por qué es tan importante para el desarrollo del niño gatear antes de caminar