La hospitalización de los bebés no debería interrumpir o ser un impedimento para la lactancia materna exclusiva. Sin embargo en muchas ocasiones no sucede esto y los protocolos hospitalarios, más que las propias necesidades médicas, se convierten en una barrera para la cohabitación y la lactancia.
En este sentido es preciso ser conscientes que la hospitalización de un bebé no debería, si no se trata de un caso realmente justificado, suponer una barrera para que pueda seguir recibiendo lactancia materna a demanda si la estaba tomando.
En este sentido un grupo de investigadores de la Universidad Federal de Bahia, en Brasil, han publicado recientemente un trabajo que analiza precisamente los problemas que hay para poder mantener la lactancia materna exclusiva en los bebés hospitalizados.
Tomaron como muestra noventa y siete niños intenados en la Unidad de Lactantes y Niños del Centro Pediatrico Profesor Hossang de Oliveria. Entre los factores que comprometían la lactancia estaban las limitaciones físicas del hospital, la falta de un equipo sanitario especializado en orientar a las madres y la ausencia de programas de fomento de la lactancia.
La mitad de los niños hospitalizados tomaban lactancia materna exclusiva en el momento de su hospitalización pero el 35 por ciento de ellos recibieron leche de fórmula a partir de su ingreso.
Según explican los autores muchas madres que amamanta no encuentran en los hospitales una infraestructura u organización que favorezcan el mantenimiento de la lactancia y tampoco, al sentirse vulnerables por la hospitalización de los niños, encuentran apoyo de los sanitarios que puedan orientarlas.
Aunque el estudio se refiere a Brasil puede ser extrapolable a la situación en muchos otros países, donde no existe una legislación que obligue a que los hospitales se organicen para que las madres puedan amamantar a sus bebés a demanda, haciendo esto mucho más complicado, lo que tiene efectos negativos sobre los bebés, que pierden las propiedades nutricionales e inmunológicas del amamantamiento exclusivo y además, provoca un aumento de gasto sanitario con la compra de leche de fórmula.
Algunas de nuestras lectoras quizá pasaron por los terribles momentos de tener hospitalizados a sus bebés y me gustaría animarlas a que compartan con nosotros como resultó la experiencia y si el contacto permanente con el pequeño y la lactancia materna fueron dificultadas o favorecidas durante su estancia.
Desconozco si en todos los hospitales españoles se favorece el mantenimiento del amamantamiento durante el ingreso de un bebé, pero mi opiniòn es que la hospitalización no debería interrumpir la lactancia materna exclusiva si no hay razones médicas de mucho peso para ello.
Via | Aleitamento.com