Cuando llega el momento de comenzar con la alimentación complementaria, a los padres nos surgen las dudas sobre cómo hacerlo y qué método utilizar: ¿BLW o triturados? En los últimos años, el BLW ha ido ganando popularidad, pero también hay familias que expresan sus miedos ante un posible atragantamiento o carencias nutricionales del bebé.
Para paliar estos posibles inconvenientes nació el método Baby-Led Introduction to SolidS (BLISS), promovido por algunos pediatras y recogido en la guía sobre alimentación complementaria publicada por el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.
Te contamos en qué consiste exactamente el método BLISS-BLW y qué ventajas tiene según los expertos.
Un método que ayudaría a prevenir los posibles inconvenientes del BLW
En los últimos años, el método de alimentación BLW, o alimentación complementaria guiada por el bebé, ha ido ganando terreno y cada vez son más las familias que optan por esta forma de introducir los alimentos en la dieta de sus hijos.
Pero los pediatras advierte de que la práctica del BLW debe llevar aparejados unos conocimientos básicos, pero muy importantes, pues sin esta información podrían surgir ciertos problemas como:
Riesgo de atragantamiento o asfixia si no se conocen las medidas básicas de seguridad (algo que, por otro lado, todas las familias deberíamos saber con independencia del método de alimentación elegido).
Déficit de nutrientes y crecimiento escaso, si no se lleva a cabo una dieta equilibrada y adecuada, prestando especial atención a los alimentos ricos en hierro, pues los dépositos de este mineral van disminuyendo y a partir del sexto mes aumenta el riesgo de que el bebé desarrolle anemia
"Cuando el BLW se analiza en contextos en los que los padres han recibido una información básica, no se han encontrado diferencias en el estado nutricional, ingesta de hierro o atragantamientos" - podemos leer en la guía de la AEP.
El método BLISS fue desarrollado por un pediatra y un terapeuta del habla, con el fin de abordar estas tres preocupaciones principales de los profesionales de la salud, los padres y los autores.
¿Qué diferencia existe entre BLW y BLISS?
Realmente ninguna, pues se trata del mismo método con la misma esencia: permitir que el niño coma con sus manos, aprenda y disfrute de los alimentos y las texturas, sin la intervención de un adulto que le dé de comer.
Pero esta versión modificada pone el énfasis en el consumo de alimentos ricos en hierro (algunos ejemplos son la carne roja, hígado, legumbres, cereales, frutos secos molidos...) y de alimentos energéticos (frutos secos molidos, huevos, semillas, cereales, frutas y verduras calóricas como el plátano, el aguacate, la calabaza, la patata...) en cada comida.
Además, incide en la importancia de evitar atragantamientos incluyendo recomendaciones específicas, y presentando los alimentos con una textura lo suficientemente suave como para que el bebé sea capaz de triturarlo empujándolo con su lengua contra el paladar.
¿Qué ventajas aporta el BLW-BLISS?
Además de lo mencionado, los Comités de Nutrición y Lactancia de la AEP destacan las siguientes ventajas a la hora de introducir los sólidos siguiendo los principios del método BLW, y especialmente del método modificado BLISS:
Las familias que optan por estos métodos suelen esperar a los seis meses para comenzar la alimentación complementaria, en contraposición a las que optan por el método tradicional (triturados o purés), que suelen empezar antes.
Estos métodos de alimentación favorecen el mantenimiento de la lactancia materna.
Se favorece la alimentación perceptiva y basada en las señales de hambre y saciedad del niño.
Estos métodos favorecen la preferencia por la comida sana y variada a medio y largo plazo, fomentando hábitos saludables desde la primera infancia.
La comida se convierte en un momento de satisfacción y disfrute familiar, y se disminuye la percepción de “mal comedor”.
Además de todas estas ventajas, el método BLW-BLISS aporta grandes beneficios al desarrollo psicomotor del niño, ya que el bebé aprende por sí mismo cómo coger los alimentos con sus manos, perfeccionando la técnica del agarre.
Recomendaciones básicas para comenzar
Para comenzar la alimentación complementaria autorregulada por el bebé debemos prestar atención a cuatro indicadores principales: el bebé ha cumplido seis meses, se mantiene sentado con ayuda, muestra interés real por la comida de los adultos y ha desaparecido el reflejo de extrusión.
Pero además, el método BLISS insiste especialmente en las siguientes recomendaciones:
Conocer las señales de atragantamiento y saber cómo proceder al respecto.
Conocer los alimentos con alto riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, palomitas de maíz, uvas enteras, salchichas, vegetales y frutas duros... y no ofrecéselos nunca al bebé.
Ofrecer diariamente comidas ricas en hierro, como carne cocida en tiras o picada en forma de hamburguesas, bolas o palitos, yema de huevo, tortas de lentejas o judías blancas cocidas, palitos de tofu, hummus... así como alimentos energéticos.
Ofrecer la comida presentada de tal forma que al bebé le resulte fácil cogerla con las manos y llevársela a la boca, optando siempre por texturas muy blandas. De hecho, se recomienda que el adulto pruebe antes la comida y compruebe si puede deshacerla con la lengua.
Integrar al bebé en las comidas familiares y no dejarle jamás comiendo solo.
Prestar atención a las señales de hambre del bebé, y atenderlas en la mayor brevedad posible.
Mientras esté comiendo, debe evitarse cualquier elemento de distracción para el bebé, como pantallas, juguetes...
Cuando el bebé esté enfermo, ofrecer alimentos blanditos y muy fáciles de manipular e ingerir.
Seguramente esteis pensando que no hay diferencias entre BLW y BLISS, pues como decimos la esencia es la misma. Pero a la hora de comenzar con la alimentación autorregulada por el bebé, las familias debemos tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales para hacerlo correctamente.
Por ello, los pediatras insisten en que antes de comenzar con el BLW, los padres nos informemos y preguntemos a los expertos todas las dudas que nos surjan, para llevarlo a cabo con total seguridad.
Vía BMC Pediatrics, SEPEAP