Las madres que habían decidido seguir dando el pecho de manera más prolongada pueden encontrarse con que los niños muestran desinterés por el pecho y la producción va bajando. Si el niño da signos de destete antes de los dos años no todo está perdido. Esto, hasta cierto punto, es normal, igual que algunos parece que con año y medio tienen más necesidad de teta que cuando eran bebés, otros sienten tanta apetencia por la alimentación complementaria y tantas ganas de explorar que la teta se convierte en un poco aburrida.
Puede tratarse de una fase o de un comienzo del destete algo precoz. Si deseamos ayudar a que el niño no abandone la lactancia hay algunos trucos que podemos poner en práctica. Por supuesto nunca hay que tratar de forzar a niño a mamar, lo que, de todos modos, no es posible, ni enfadarlo ni enfadarnos con él si rechaza el pecho.
Lo que si podemos hacer es tener paciencia, respetar, y ayudar a mantener una buena producción y una lactancia atractiva para lograr que disponga de leche materna al menos hasta los dos años, que es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Despegándose del pecho
Las fases de despegue del pecho pueden ser temporales, por una efermedad, por una situación nueva, incluso por la llegada de un embarazo o un hermanito. También puede influir que el niño se sienta desplazado si ha empezado la guardería o ha cambiado de cuidadora o si la mamá ha empezado a trabajar. O le duelen los dientes, la tripita o ha estado resfriado.
Las huelgas de lactancia son hechos muy comunes y no hay que confundirlas con un destete. Por eso, mientras la situación se resuelve, podemos ayudar al niño a superar la dificultad.
Lo ideal es seguir ofreciendo el pecho a menudo, antes de las comidas y procurar que el niño pueda acceder al pecho cuando quiera.También ayuda mucho mantener la lactancia nocturna y colechar, ya que los niños que pasan una huelga o una crisis de lactancia suelen ser más accesibles y estar más tranquilos por la noche. Esto es también conveniente si la mamá trabaja y quiere mantener la lactancia, de esta manera la producción no disminuirá tanto y el niño podrá obtener la leche que necesita de noche.
La leche sigue siendo el alimento fundamental hasta los dos años
Si se trata de un bebé menor de un año hay que recordar que la base de su alimentación sigue siendo la leche, y si recibe leche materna es mejor tratar de mantener la lactancia y la producción que acudir a la leche artificial antes de agotar las estrategias posibles. Sin embargo, si no conseguimos solucionar la crisis debemos consultar a una asesora de lactancia y a un pediatra con una buena formación en lactancia, para que nos recomienden, en caso necesario, leche artificial. Por mucho que deseemos mantener la lactancia materna y superar la crisis lo principal es mantener alimentado e hidratado al niño.
Un buen truco para aumentar la producción es la extracción. Tiene varias ventajas. Por un lado, al aumentar la cantidad de leche disponible y el flujo ser más dinámico el niño tendrá un buen aliciente para mamar: la leche sale abundante y es facil de obtener. Además, en el caso de haber un rechazo al pecho, vamos a conseguir que la producción no disminuya y si combinamos la extracción con la lactancia directa, vamos incluso a aumentarla.
De este modo, una vez pasada la crisis, seguiremos teniendo leche y, en el caso de prolongarse el problema, vamos a poder darle el suplemento de leche al niño sin tener que introducir la leche artificial ya que tendremos de la nuestra.
La leche extraída la podemos dar en un vaso y, si el niño ya toma alimentos complementarios, combinarla con estos en papillas o simplemente dejando que mojen pan o galletas en ella. Si lo que le pasa a nuestro hijo es que ahora está emocionado con el descubrimiento de la comida esta manera de ofrecerla va a complacerle seguro.
Hay quien la mete en el congelador y hace un rico polo de leche de madre, que, con el calor o cuando duelen los dientes, les encanta a los pequeños. De verdad, es toda una experiencia para ellos disfrutar de leche muy muy fresquita pero con el mismo sabor a mamá de siempre.
Trucos para evitar el destete antes de los dos años
Como decía, es fundamental ofrecer la teta antes de la comida, no después como a veces se recomienda. En realidad hay niños a los que no importa cuando se la demos, siempre la quieren y la quieren en abundancia. Pero si se trata de un niño menor de dos añitos con una mala etapa y desinterés, es mejor darla cuando tiene hambre, para que mame bien, porque si la dejamos de postre se ha llenado ya y está con ganas de hacer otra cosa.
No se trata nunca de forzar, ni de violentar su evolución, sino de permitirle pasar las diferentes etapas de la lactancia y los descubrimientos sin que se pierda la riqueza nutricional de la leche materna siendo posible mantenerla con unas pautas sencillas como estas.
Si seguimos viendo que no quiere mamar lo suficiente y ya es mayor de un año incluso se puede contar con complementar con lácteos de vaca o cabra. La leche, el yogurt o los quesos no muy grasos son una buena manera de añadir calcio y proteínas a su dieta, y además suelen gustarles mucho. Sin embargo, hay que ser prudentes, tampoco es bueno pasarse en las cantidades ni que sean el substituto completo de la leche de la madre hasta los dos años como mínimo.
Espero que estas ideas os ayuden a solventar las crisis de lactancia de niños mayores de seis meses y que podais ayudar a mantener la lactancia si veis signos de que se esté destetando antes de los dos años.
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