Hace cosa de un año os mostramos un análisis del Fil'Up, un fular de malla muy útil para el verano que nos hizo un gran servicio para llevar al niño más fresquito. Ahora Guim tiene ya 16 meses y, aunque seguimos haciendo uso de dicho fular, hay momentos en que es más práctico y rápido llevarlo con un sistema más ligero.
Me estoy refiriendo al SUPPORi, un portabebé ultraligero que compramos hace un par de meses, que también es de malla, y por tanto adecuado para el verano, y que tiene la particularidad de caber en cualquier bolso (cuando salimos lo suelo meter en el mío, por si acaso), porque ocupa poquísimo y pesa sólo 80 gramos.
Pequeño y muy práctico
Lo mejor del SUPPORi es que doblado puede meterse en cualquier bolso y casi en cualquier bolsillo. No pesa nada y se puede llevar siempre encima por si acaso. Es un portabebé que admite pocas posiciones, porque como veis en las imágenes consta sólo de una zona para nosotros y de otra zona para el bebé, pero por una razón lógica: para ser más versátil debería tener más tela y ocupar más.
Digamos que es un sustituye-brazos. Está indicado para bebés que ya empiezan a mantenerse sentados (hacia los 6-7 meses) y hasta los 3 años, aunque yo lo veo más para niños que ya andan un poco y que cuando se cansan o agobian piden brazos. Para no ir por la calle con el niño en brazos, que puede llegar a cansar bastante, el SUPPORi sirve como ese soporte que permite llevar al niño sentado a nuestro lado, cargando el hombro contrario en vez del brazo.
Para los niños que aún no caminan (entre 6 y 12-15 meses) podría ser útil si le llevamos en el cochecito y es de los que de tanto en cuanto se agobia y nos pide brazos. Si no llevamos cochecito porque siempre le llevamos en algún portabebé lo usaría sólo para ratos cortos, un paseíto, ir a hacer un recado, etc., porque sólo cubre parte de la espalda y parte de la pierna y no lo veo lo bastante cómodo como para que un niño se quede dormido.
Varios colores y tallas
El SUPPORi está hecho con polyester 100% y se puede lavar en la lavadora. Hay muchos colores para elegir y además muchas tallas.
El tema de las tallas es porque es un portabebé de uso individual. Al no llevar ningún tipo de argolla, nudo, ni elemento de sujeción no hay posibilidad de adaptarlo a diferentes personas, así que la talla debe ser la de la persona que quiera portear al bebé. Miriam, mi mujer, se compró uno para ella y a mí no me sirve, porque cuando me lo pongo el niño ya no cabe dentro.
¿Marcas en piernas y espalda?
He leído a algunas madres explicar quejas al marcarse en los niños los bordes del portabebés. Al ser de rejilla y relativamente elástico es posible que los bordes de la tela soporten más peso del que fuera deseable. Con Guim no hemos notado nada, pero también es verdad que aún no llega a los 9 kilos. Un niño de 2-3 años que pueda llegar a pesar ya sus 13-15 kilos podría tener estos problemas. Además, el concentrar todo ese peso en un solo hombro no creo que sea muy agradable si el niño va a estar un buen rato encima.
¿Lo recomiendo?
Teniendo esto en cuenta y teniendo en cuenta lo que es, que es para sólo una persona y que no es demasiado versátil, queda responder a la pregunta acerca de si lo recomiendo o no. La respuesta es sí. Nosotros lo compramos en Kangura por 40€, que quizás sea un precio un poco elevado si tenemos en cuenta que sólo lo puede utilizar uno de los padres, pero lo recomiendo porque me parece un portabebé bonito, que ocupa muy poco espacio, muy ligero y que cumple su función perfectamente: aliviar los brazos y poder llevar al niño un rato encima.
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