Esta semana se celebra la Semana Mundial de la Crianza en Brazos con la que se pretende fomentar una forma de crianza que aporta grandes beneficios para el bebé. Consiste básicamente en un contacto permanente y cercano con el bebé, ya sea cogiéndole en brazos o llevándole en un portabebé.
Es una experiencia maravillosa para los padres y desde luego, para el bebé, un ser indefenso que necesita sentirse en todo momento seguro y protegido. ¿Pero por qué hacerlo? Te damos once razones de peso para elegir la crianza en brazos.
1) Aporta seguridad al bebé
El motivo más importante, y del que se desprenden la mayoría de las consecuencias positivas de la crianza en brazos es la seguridad que le aporta al bebé la proximidad al cuerpo de la madre o del padre.
Así como necesita comer y dormir, el contacto también es una necesidad básica del bebé. Si no estás cerca se cree en peligro. Sentir la cercanía, el calor de tus brazos, tu olor y los latidos de tu corazón le recuerda las sensaciones que tenía dentro del útero materno. Al nacer y durante al menos los primeros nueve meses de vida necesita seguir sintiendo esa tranquilidad y seguridad que experimentaba durante el embarazo mientras se adapta al mundo.
2) El bebé llora menos
Al sentirse más tranquilo, seguro y protegido en los brazos de mamá o papá el bebé siente menos estrés ante estímulos del exterior como ruidos, personas desconocidas o cualquier situación que le ponga nervioso.
Hay investigaciones que demuestran que los bebés que son criados en brazos lloran entre un 40 y 50 por ciento menos durante los primeros meses de vida, y que más de la mitad llora menos en las horas finales del día.
3) Facilita la lactancia materna
Las madres que portean y cogen mucho a sus bebés tienen más probabilidades de tener una lactancia materna exitosa. La cercanía al pecho de la madre facilita al bebé alimentarse siempre que lo desee, aumentando además con la frecuencia de las tomas la producción de leche materna.
4) Mejora el desarrollo cerebral
El cerebro del bebé se moldea en base a las experiencias vividas en los primeros años de vida. La crianza afectuosa, el sentirse que es atendido, que se responde a su necesidad de contacto repercute positivamente en su desarrollo cerebral.
Tener a tu bebé cerquita en brazos o en un portabebé, hablarle, interactuar, acariciarle, sonreírle es el alimento que nutre el cerebro inmaduro del bebé.
5) Promueve el desarrollo físico
La postura natural del bebé es con la espalda arqueada en forma de C, como se encontraba dentro del útero materno. Tanto en brazos como en un portabebé ergonómico se respeta esa forma natural, con las rodillas por encima del culete y las piernas en esa posición de ranita tan característica.
Por su parte, la postura en que es llevado disminuye el riesgo de plagiocefalia (aplanamiento de la cabeza por mala postura) muy frecuente en los niños que están mucho tiempo tumbados.
6) Favorece el vínculo afectivo
Desde luego, la cercanía con tu bebé contribuye a mejorar el vínculo afectivo entre ambos. Estás más pendiente de sus señales, de sus necesidades... En definitiva, estar más conectados.
Coger al bebé en brazos no es malcriarlo, tampoco hay que tener miedo a que se malacostumbre, ni creer que porque le has cogido mucho los primeros días querrá estar siempre en brazos. Cuando sea capaz de gatear y caminar tendrá mucha curiosidad por conocer el mundo que le rodea y se convertirá en un pequeño explorador. Aunque seguirá necesitando tu contención y tu calor y le encantará que lo lleves en un portabebé de vez en cuando, ya no será tan dependiente de tus brazos.
Y ese vínculo afectivo sólido que habéis establecido durante los primeros meses de vida será una base fundamental para su desarrollo emocional.
7) Alivia los cólicos del lactante
No se sabe a ciencia cierta el origen de los cólicos del lactante, pero lo que sí se sabe es que desespera a los padres que ven sufrir a su bebé sin poder remediarlo.
Tampoco se puede decir que los brazos sean un remedio infalible, pero los niños que son cogidos en brazos se sienten más tranquilos y reconfortados. Por lo tanto, en caso de dolor abdominal se recomienda cargar al bebé boca abajo apoyado en el antebrazo, pasearlo y mecerlo en brazos para aliviarlo.
8) Disminuye el reflujo
Aproximadamente la mitad de los bebés tiene reflujo durante los primeros tres meses de vida debido a la inmadurez de su sistema digestivo.
Coger al bebé en brazos o llevarlo en un portabebé durante los 30-40 minutos posteriores a haberse alimentado, manteniéndolo en posición horizontal o semi horizontal, ayuda a disminuir el reflujo en los bebés.
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9) El bebé duerme mejor
En ningún sitio duerme un bebé más a gusto que pegadito al pecho de mamá o papá, y si es piel con piel mucho mejor. Ese contacto, el calor, el olor y el sonido de los latidos del corazón son lo más parecido a estar dentro del útero materno.
10) Te deja las dos manos libres
Aunque pueda parecer un motivo menor, merece estar en la lista de las razones de peso por ser súper práctico. Coger en brazos es sinónimo, en este caso, de llevar al bebé en un portabebé, lo cual es la mejor solución para brindarle a tu bebé los beneficios del porteo a la vez que te permite tener las dos manos libres para realizar cualquier tarea cotidiana.
Ni te digo si hay más hijos. Si dos manos normalmente no son suficientes para atender a un niño, imaginaos si además están ocupadas empujando un carro.
11) El bebé tiene todo lo que necesita
No son indispensables ni un cochecito, ni una hamaca, ni un moisés, en cambio los brazos son una necesidad básica para el bebé, son imprescindibles para ser feliz. No hay mejor sitio para un bebé que los brazos de su madre y de su padre. Allí encuentra la cercanía y el calor de unos brazos amorosos que le protegen y calman. ¡No hay nada comparable!
Fotos | Pro File, Pixabay
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