
Durante el embarazo, es especialmente importante cuidar la seguridad alimentaria pues infecciones que pueden pasar desapercibidas para algunas personas, en las embarazadas puede ser muy graves.
Además de limpiar y cocinar muy bien todos los alimentos que se vayan a consumir y evitar los alimentos prohibidos durante la gestación, hay una advertencia que hacen las autoridades sanitarias en relación a las sobras de comida.
Es habitual que tras preparar algún plato queden restos para consumirlos más adelante, pero hay que tener sumo cuidado con la forma en que se conserven y se vuelvan a consumir esas sobras para evitar el riesgo de intoxicación alimentaria.
Cómo conservar las sobras de comida para que sean seguras en el embarazo
La AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) recomienda refrigerar las sobras lo antes posible, pues no deben estar más de dos horas a temperatura ambiente.
Se deben guardar en la nevera en un recipiente de cierre hermético a una temperatura de 5ºC o inferior y deben consumirse en un plazo breve. Si no se consumen en dos días, se deben desechar.
Cómo volver a consumir las sobras
Las sobras de comida no deben consumirse frías. Solo se pueden recalentar una vez y habrá que calentarlas a más de 75 grados, hasta que salga vapor o llegue a hervir.
Si se utiliza el microondas para cocinar o recalentar los alimentos, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante para elegir el tiempo y la potencia necesarias para llegar a la temperatura adecuada.
Antes de consumirlas asegúrate que la parte central del alimento también se ha calentado.
Más consejos de seguridad en los alimentos
- Evitar comer productos cárnicos curados, fermentados y ahumados, como el jamón serrano, la cecina, el chorizo o la sobrasada, así como pescados o mariscos crudos. En el caso del jamón, es seguro siempre que tenga más de 18 meses de curación (el ibérico tiene que tener al menos 24 meses).
- Evitar los quesos elaborados con leche no pasteurizada.
- Lavar bien frutas, verduras y hortalizas antes de consumirlas.
- Lavarse las manos y lavar muy bien todos los utensilios después de preparar carne, aves, pescados y mariscos, frutas, o verduras crudos
- No consumir agua dulce que no haya sido tratada.
- Limpiar con frecuencia la nevera, limpiar bien la encimera y las tablas de cortar.
- Mantener las carnes crudas separadas de los demás alimentos, como frutas y verduras