El acoso escolar no es "cosa de niños", es algo muy serio que debemos atajar entre todos, tanto desde la escuela como desde casa educando a los niños en la tolerancia y el respeto.
Los niños que sufren acoso escolar o bullying muchas veces no lo cuenta por miedo, rechazo o sentimiento de culpabilidad, y precisamente al ser situaciones que suelen mantenerse ocultas es muy importante que los padres estemos atentos y sepamos identificar señales de alerta que puedan indicarnos que nuestro hijo o hija está sufriendo acoso escolar.
No quiere ir al colegio
El signo de alerta más evidente es que no quiera ir a clase por temor a encontrarse con sus acosadores. Ponen excusas para no ir al colegio y evitan ir a clase por todos los medios, incluso pueden llegar a escaparse o no mentir a los padres sobre su asistencia.
Puede que también deje de participar en actividades grupales como cumpleaños, excursiones o quedadas que facilite un encuentro con los niños que lo acosan.
No cuenta nada del colegio
Así como no quieren ir, anulan cualquier referencia al colegio. Dejan de contar anécdotas y omiten cualquier información relacionada con el entorno escolar.
Como padres, podemos preguntarles, con mucha mano izquierda, sobre sus relaciones, con quién juega en los recreos, cómo le ha ido en el cole, si tienen motes... La comunicación con los hijos es clave para que sientan confianza y se abran a nosotros. Hay muchas maneras de preguntarles cómo les ha ido en el cole sin preguntárselo directamente.
Pierde material escolar o ropa
Si notas que empieza a perder cosas cuando antes no era habitual, como material escolar, ropa u otros objetos personales, o bien que vuelva a casa con artículos estropeados o pertenencias rotas, puede ser una señal de alarma.
Muchas veces los acosadores utilizan estos métodos como medio de intimidación.
Cambios en el apetito o el sueño
Ya sean hábitos alimenticios, como falta de apetito, o por el contrario atracones generados por la ansiedad, o bien hábitos de sueño como insomnio, pesadillas o problemas para dormir también pueden ser señal de alerta de que algo le preocupa.
Dolores de cabeza o de estómago inexplicables
Los síntomas psicosomáticos como dolores de estómago o de cabeza sin causa médica real, sensación de asfixia, temblores, palpitaciones son habituales en estos niños. Los síntomas son reales, pero no hay causa médica que los explique.
Irritabilidad y conductas agresivas
Los cambios de comportamiento en estos niños son frecuentes. Actitudes que no son habituales en ellos y que van afectando poco a poco a su personalidad.
Se vuelven irritables, saltan a la mínima, están más tristes y apagados, apáticos, y en muchos casos se aíslan de su entorno encerrándose en sí mismos. Aumenta la soledad y hasta pierden amigos. Esto es algo especialmente peligroso, ya que el acoso escolar se asocia con mayor riesgo de autolesiones y pensamientos suicidas.
Lesiones que no tienen explicación
Si el acoso escolar ha pasado a ser además físico, el niño o adolescente puede presentar lesiones en extremidades o en la cara, sin que de una explicación por ello. Pondrán excusas sobre su aparición por lo que debemos estar especialmente alerta.