
Una de las cosas que más ilusión hace a los padres que esperan un bebé (o si hacen colecho, cuando el peque tendrá su propio espacio) es preparar su habitación. Desde las decoraciones hasta los muebles que habrá en ella, cada detalle resulta algo emocionante.
Una de las principales cuestiones que pensamos a la hora de decorarla es el color que llevarán las paredes, pues hay muchas ideas bonitas para convertir la habitación en un espacio acogedor.
Pensando en que además la habitación infantil debe ser un espacio relajante, en el que se favorezca el sueño del bebé, muchos padres eligen colores neutros como el blanco o el gris para decorarla. Pero hay uno en particular que es aún mejor para este objetivo: el azul.
Según la psicología del color, los colores tienen un impacto en nosotros a nivel emocional, algunos invitándonos a la relajación y otros llenándonos de energía.
Por qué el azul es el color más relajante para la habitación del bebé
El color azul, además de ser uno de los favoritos de la mayoría de las personas alrededor del mundo, es uno de los más elegidos para el dormitorio, y la psicología del color nos explica por qué.
Sucede que diversos estudios han comprobado que el color azul tiene un efecto tranquilizante y relajante, ya que ayuda a reducir el ritmo cardiaco, la presión arterial y la temperatura corporal. En conjunto, estas son tres cosas clave que nos ayudan a conciliar el sueño y descansar mejor.
El tono de azul que elijamos será clave. No hablamos de un azul eléctrico, que resulta demasiado estimulante; en cambio podemos optar por un azul claro con matices cálidos o con tonos grisáceos, un azul aguamarina o un bonito azul con tonos lilas.
¿Azul? ¿Y si es niña?
Aunque sabemos que los colores no tienen género, habrá quienes vean el azul como un tono para niños - pero no tiene por qué ser así. De hecho, antiguamente los colores estaban invertidos: el azul era para niñas y el rosa para los niños, por lo que realmente eso de que un color pertenece a un género es más una cuestión de moda que de otra cosa.
Además, la diversa gama de tonos azules, en combinación con otros colores suaves, puede dejar como resultado una bonita habitación también para niñas, como la imagen que hemos colocado con paredes azules y detalles en rosa y lila.
Por otro, lado no siempre es necesario pintar todas las paredes en este color. Podemos elegir pintar solo el techo o una pared que lo acentúe y que el resto sean blancas u otro color relajante, o bien, añadiendo el color azul en elementos como cortinas, almohadones, un sofá pequeño, etcétera.
Foto de portada | Enrique en Pexels