Uno de los temas que tenemos que controlar los padres cuando llegan los Reyes Magos o Papá Noel, es procurar que nuestros hijos no reciban demasiados juguetes, ningún exceso es bueno, y aunque no lo parezca, este tampoco lo es.
Para lograr nuestro propósito (con fundamento) deberemos hablar con abuelos, tíos u otros familiares y acordar qué regalos van a hacer a los pequeños. Aunque todos sabemos que los juguetes son lo que más ilusión hará a los niños, hay que saber que lo importante es acertar, no agasajarlos con muchos para que tengan manos para todos.
Si reciben siete u ocho juguetes, seguro que habrá algunos en los que ni siquiera reparará. Si no consigues que los juguetes que reciba se reduzcan a una cantidad moderada, lo que puedes hacer es guardarlos por un tiempo, aunque abra los paquetes en estas fiestas podrá tener doble ilusión cuando al cansarse de un juguete, tenga un nuevo con el que disfrutar. Esto es muy útil generalmente con todos los niños, incluso los juguetes de los que ya se han cansado, si se los guardas una temporada, cuando los vuelva a encontrar los disfrutará como si fuesen nuevos.
Un problema añadido al exceso de juguetes es la falta de espacio en los hogares. Siempre queda la opción de regalar los que ya no usa a las organizaciones que colaboran en alegrar la vida de los niños necesitados, también es ésta una época ideal y un momento especial para enseñar a nuestros hijos a ser solidarios.
Es oportuno saber que recoger los juguetes también es cosa de niños, enséñale a ser ordenado, una vez haya desempaquetado, esparcido y disfrutado de sus nuevos juguetes, búscales inmediatamente su lugar, así se acostumbrará a ir a buscarlos y a dejarlos siempre en su sitio, que no reine el desorden.
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