Este es el tiempo máximo que puedes mantener congelados los alimentos para que no pierdan calidad

En la Unión Europea se notifican más de 350.000 enfermedades transmitidas por los alimentos cada año, según advierte la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Las más comunes están causadas por Campylobacter, Salmonella, Yersinia, E. coli y Listeria, y parte de ellas se producen en casa por la mala conservación de los productos alimenticios.

Especialmente durante el verano es cuando más se dan las intoxicaciones alimentarias por las altas temperaturas, ya que las bacterias patógenas se multiplican con más rapidez cuanto más próxima está la temperatura ambiente a los 37 °C, por lo que, cuanto más calor hace, menos tiempo necesitan las bacterias para llegar a provocar enfermedades.

Para evitar esos riesgos, es fundamental una buena conservación de los alimentos que impida estos problemas. Es decir, conservar los alimentos perecederos bien refrigerados o bien congelados.

Consejos para congelar adecuadamente

A la hora de congelar alimentos o platos ya cocinados que no vayan a consumirse próximamente, los expertos aconsejan varias prácticas para mantenerlos en las condiciones más adecuadas. La primera de ellas es congelarlos lo más rápidamente posible "para evitar el mínimo daño sensorial. Si se va a congelar un alimento, lo ideal es hacerlo nada más comprarlo o cocinarlo (nada más se enfríe), para que su carga microbiana sea lo más baja posible", explica Amparo Gamero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que las bajas temperaturas no eliminan los microorganismos. Simplemente, detienen su crecimiento, por lo que, si congelamos un alimento muy contaminado, este seguirá estándolo al descongelarse. Por eso es conveniente comprar los productos muy frescos, si es posible. Además, nunca se debe "recongelar" un alimento descongelado, ya que en cada ciclo de congelación y descongelación la carga microbiana del producto aumenta y podría no ser seguro.

Los alimentos congelados no tienen una vida infinita. Con el tiempo, acaban alterándose.

Como recuerda la profesora colaboradora de la UOC, la congelación ralentiza al máximo las reacciones de alteración y el metabolismo microbiano, pero no totalmente, y con el tiempo los alimentos también acaban alterándose. "Esto es importante, puesto que mucha gente piensa que los alimentos congelados tienen una vida útil infinita, y no es así", advierte.

Qué alimentos se pueden congelar y cuáles no

Siempre y cuando se realice correctamente, la congelación no supone la pérdida de nutrientes. Sin embargo, es necesario tomar una serie de precauciones y seguir unas pautas correctas para realizar de forma segura la congelación, el almacenamiento y la posterior descongelación de los alimentos.

Según la AESAN, los alimentos que se pueden congelar son:

  • Carnes
  • Pescados
  • Fiambres
  • Verduras
  • Legumbres
  • Embutidos
  • Frutas
  • Huevos batidos
  • Pan

Los alimentos que no se deben congelar son:

  • Verduras y frutas que se van a comer en crudo (lechuga, tomates, etc.)
  • Patatas
  • Huevos con cáscara
  • Alimentos con alto contenido en grasa
  • Mayonesa
  • Alimentos fritos

Tiempo de congelación máximo

Tiempos de almacenamiento recomendado por la AESAN

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), del Ministerio de Consumo, para no perder calidad:

  • Frutas y verduras: entre ocho y doce meses
  • Carne de vacuno, cerdo y cordero: entre seis y doce meses
  • Carne de pollo: entre nueve y doce meses
  • Carne picada, hamburguesas: entre tres y cuatro meses
  • Fiambre y embutidos: entre uno y dos meses
  • Claras y yemas de huevo crudas (sin cáscara): 12 meses
  • Pescado blanco: entre seis y ocho meses
  • Pescado azul: un máximo de tres meses
  • Marisco: entre tres y seis meses
  • Sopas y guisos ya cocinados: entre dos y tres meses.

¿En qué envases congelar?

Por último, antes de congelarlos hay que proteger los alimentos adecuadamente. Para ello, existen diferentes opciones, pero es importante utilizar siempre materiales que estén clasificados como aptos para el contacto con alimentos.

Debemos utilizar envases herméticos, bolsas para congelar con cierre hermético, o su propio envase en el caso de alimentos envasados. Así evitaremos la aparición de cristales de hielo coloraciones o quemaduras por congelación que pueden afectar a su valor nutricional.

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