Poco a poco vais acoplándoos a la rutina de vuestro bebé: las noches van siendo menos duras, y durante el día ya podéis sacar algo de tiempo para otros menesteres. Sin embargo, y de repente, el bebé solo quiere estar en brazos... ¿qué ha pasado? ¿por qué de repente parece que cualquier superficie tiene pinchos, salvo el regazo de papá o mamá? ¿qué podemos hacer cuando eso sucede?
¿Por qué el bebé de repente solo quiere estar en brazos?
Durante el desarrolló físico y mental de los bebés tienen lugar distintas etapas. Una de ellas es la angustia de la separación, que consiste precisamente en eso: el bebé siente ansiedad cuando deja de ver a sus padres (más si es solo uno de ellos con quien pasa la mayor parte de tiempo), porque no tiene noción del tiempo ni del espacio. Si no te ve, no estás, y es ahí donde el niño reacciona por pura cuestión de instinto y de la única forma que conoce: llorando.
Uno de los primeros efectos de esta etapa del bebé es generar inseguridades en los padres: ¿le estaré acostumbrando mal? ¿he cometido algún error para que el bebé esté así? ¿acabará esto en algún momento?
Esto es normal, principalmente porque este momento suele ocurrir casi de forma repentina. Sin embargo debemos tener claro que es momentáneo y que estar en brazos es una necesidad para el bebé: es el sitio en el que se siente más seguro y la forma en la que comprueba de una forma efectiva que no está solo y que su cuidador está ahí.
¿Qué hacer si tu bebé solo quiere estar en brazos?
Hay corrientes (y personas) que afirman que se debe dejar llorar al bebé. Sin embargo es la peor opción posible porque será el primer paso para que empiecen a no hacer caso a sus sensaciones y emociones, a anularlas. El llanto del bebé es un pedido de ayuda: si como seres humanos, nuestro instinto nos lleva a atender a quien necesita ayuda, ¿cómo no vamos a hacerlo con nuestro propio bebé?
Por eso es necesario seguir adaptando nuestras circunstancias a sus necesidades, así que hay que echar mano de algunas opciones que podemos combinar a lo largo del día. La gente te suele decir que aproveches cuando el bebé duerma cuando tengas que hacer otras cosas, pero sé por experiencia propia que en la práctica puede ser complicado, así que ese será un comodín que podrás utilizar solo en algunas ocasiones.
Porteo
Portear al bebé tiene muchísimos beneficios, pero el más importante es que le ayuda a calmarse y a sentirse más seguro al estar en contacto directo con el pecho de su madre, su padre o su cuidador. También contribuye a su correcto desarrollo cerebral, pues el cerebro del bebé se moldea en base a las experiencias vividas en los primeros años de vida. En este sentido, la crianza afectuosa, sentirse atendido, y responder a su necesidad de contacto repercute positivamente, especialmente en estas etapas en las que tanto lo necesita.
Hamaca
Una hamaca puede ser otra gran opción para dejar el bebé sin perder el contacto visual con él, así que podemos probar a dejarle un espacio corto de tiempo y luego cogerlo en brazos hasta que se acostumbre a la sensación de estar ahí mientras nos observa o juega con sus juguetes.
Trona
Hay tronas que tienen accesorios para poner al bebé cuando son muy pequeños y que funcionan muy bien porque además de poderlo poner en la misma habitación en la que estemos, estarán a mayor altura y se entretendrán descubriendo el entorno desde esa posición. Nosotros utilizamos la de Stokke y su accesorio "New Born", y desde entonces siempre la he recomendado.
Tranquilos, esto también pasará...
Los brazos tienen un poder casi mágico sobre los bebés, y aprender a desprenderse de ellos debe ser muy duro. Tengamos en cuenta que son vulnerables, necesitan sentirse protegidos y no es por capricho... ¿o a quién no le gusta estar en un sitio en el que se siente seguro?
Cuando el bebé llora y estás agobiada porque la lista de cosas pendientes por hacer no para de crecer, respira profundo, ármate de paciencia y piensa que esta es una etapa más. Por mucho que no veas ni un ápice de luz al final del túnel, esto también pasará. Te aseguro que pasará y cuando tu bebé ya no quiera estar más en brazos, lo vas a echar muchísimo de menos y te vas a dar cuenta que también era una necesidad para ti.