Pequeñas, brillantes, con sustancias tóxicas, ocultas pero presentes. Características que hacen de las pilas de botón o baterías de litio todo un peligro para los niños y que nos deben poner sobre aviso para no tener ningún descuido y que estas lleguen a su alcance.
Las pilas de botón se utilizan en muchos dispositivos electrónicos portátiles, como algunos relojes, calculadoras, audífonos, cámaras analógicas o digitales, mandos de control remoto, agendas electrónicas, tarjetas de felicitación, reproductores de audio portátiles, linternas, punteros láser... y también en algunos juguetes. Como vemos, son objetos cotidianos que suponen un riesgo para los pequeños.
En concreto, las pilas de botón son muy peligrosas y pueden dejar graves secuelas en los niños debido a la tendencia de estos a explorar todo con la boca y el riesgo de ingestión. También son un peligro si se alojan en la nariz o en el oído del niño.
Estas baterías contienen sustancias químicas que pueden provocar problemas graves en el sistemas digestivo del niño si se las traga. Y no son casos aislados, ya que cada año en los Estados Unidos, más de 3.500 personas, muchas de ellas niños, tragan baterías de botón, según datos de la National Battery Ingestion Hotline Update.
Los más afectados son los niños menores de seis años, por si tendencia a llevarse todo tipo de objetos a la boca y no ser conscientes del riesgo. Tragarse una pila de botón puede suponer la asfixia del niño o también graves quemaduras y lesiones en el sistema digestivo debido a las sustancias químicas nocivas que contiene.
Síntomas que hemos de vigilar
La ingestión accidental de una pila puede ocurrir rápidamente y ser difícil de detectar. Además, frecuentemente no hay síntomas hasta que se ha producido una lesión grave, por lo que hemos d intentar en todo momento que los objetos que llevan estas pilas no estén al alcance de los niños.
Si sospechamos que nuestro hijo se ha tragado una pila (o más), inmediatamente debemos llamar a Emergencias, llevarlo a Urgencias y no intentar sacarla nosotros, o que el niño vomite, ni que coma o beba nada... Algunos signos de alarma son:
- Dolor en el pecho, en la garganta o en el vientre
- Tos, dificultad para respirar
- Asfixia
- Heces sanguinolentas o de color anómalo
- Babeo
- Diarrea
- Rechazo de comida o bebida
- Irritabilidad
- El dolor de nariz y dificultad para respirar o dolor de oídos se produce si se aloja en estas partes del cuerpo. No hay que utilizar bastoncillos o sueros, ni intentar sacar nosotros la pila.
Precauciones con las pilas de botón
Conviene desechar las baterías usadas correctamente, sin acumularlas en casa en un lugar al alcance de los niños o tenerlas dispersas en diversos sitios. Lo mejor es llevarlas al punto de reciclado cuanto antes.
Hay que comprobar qué juguetes tienen baterías de litio y vigilar que están bien seguros, sin defectos, revisándolos periódicamente.
Comprueba también los otros objetos que incluyan pilas de botón. ¿Se necesita destornillador para sacarlas? ¿Están bien cerrados los compartimentos? ¿Está en buen estado el cierre?
Ante el riesgo, no dejes los otros dispositivos y objetos que incluyan pilas de botón al alcance de los niños, no son un juego y mucho menos sin supervisión.
Actúa con rapidez en caso de sospecha de que el niño se ha tragado una pila o se le haya alojado en la nariz o introducido en el oído, ya que cuanto más se tarde, aumenta el riesgo de lesiones graves e incluso en casos extremos se puede producir la muerte.
Recuerda que la clave para la prevención de accidentes está en no bajar la guardia y mantener alejado de los niños aquellos objetos peligrosos. La pilas de botón son uno de esos objetos, de modo que hay que tener claro dónde se encuentran y esperamos que con estos consejos no haya ningún susto.
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Más información | Heath Cleveland Clinic, Poison
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