Como es tradición en Nochevieja, millones de personas celebrarán la llegada del nuevo año comiendo una uva con cada campanada, y muchos niños lo harán también.
Pero en el caso de los pequeños, debemos tener especial cuidado, porque aunque para ellos es un juego, puede convertirse en un verdadero peligro pues las uvas son uno de los alimentos con mayor riesgo de atragantamiento en niños, y que de no resolverse puede provocar asfixia.
Tienen una forma peligrosa
Las uvas enteras son redondas y tienen un tamaño perfecto para obstruir por completo la laringe de un niño. Además tienen piel, lo que hace se puedan deslizar por la boca sin ser masticada y pasar a la laringe directamente taponando las vías respiratorias.
Cómo ofrecerles las uvas para que sean seguras
Para que los niños puedan disfrutar de forma segura esta tradición de Nochevieja, las uvas deberán ofrecerse de la siguiente manera:
- Evitar la competición. Comer rápido es llamar al peligro, así que si son menores de 5 o 6 años, mejor que no hagan lo de uva por campanada.
- Modificar la forma de la uva. Retirar la piel es una buena manera de quitarle la posibilidad de tener una forma redonda imperturbable, y si además les quitamos las pepitas (si las tienen), y las cortamos en dos o tres trozos, el peligro será mínimo.
- No darlas enteras. Como decimos, no hay que darlas enteras. Como opción, en vez de ponerles 12 uvas les podemos poner 12 trozos de uva.
Fotos | Depositphotos y Anna Schvets Pexels
En Bebés y más | Atragantamiento en niños: qué hacer si mi hijo se atraganta