Como adultos, conocemos cómo funcionan los productos que utilizamos frecuentemente en nuestro hogar y sabemos que debemos darles un uso adecuado. Sin embargo, cuando tenemos bebés y niños pequeños, debemos tomar algunas medidas de precaución con algunos de ellos, pues en sus manitas inexpertas podrían ser dañinos.
Usualmente cuando pensamos en los productos que no debemos dejar al alcance de los niños se nos vienen a la mente los medicamentos o productos de limpieza, como los detergentes. Sin embargo, de acuerdo con una investigación reciente realizada en Estados Unidos, cada dos horas un niño termina acudiendo a urgencias a causa de los productos de higiene y cosmética que se encuentran en casa.
Productos que podrían ser peligrosos para bebés y niños pequeños
Todos tenemos algo muy claro: los niños son extremadamente curiosos, y de esto podemos darnos cuenta desde que son bebés, pues en cuanto tienen un poco de movilidad, comienzan a explorarlo todo y a tomar cada objeto que encuentran, para posteriormente analizarlo detenidamente, en ocasiones, con su boca.
Por ello, se nos advierte a padres y madres que incluso desde antes de que el bebé nazca y llegue a formar parte de la familia, debemos de asegurarnos de hacer la casa "a prueba de bebés", eliminando todas aquellas cosas que puedan ser peligrosas para él.
Como lo mencionaba al principio, usualmente cuando pensamos en las cosas que debemos mantener lejos del alcance de bebés y niños pequeños, pensamos en aquellas cosas que todos relacionamos con peligro de intoxicación o envenenamiento, como los productos de limpieza y los medicamentos.
Sin embargo, de acuerdo con una investigación reciente realizada en Estados Unidos y publicada en la revista Clinical Pediatrics, cada dos horas un niño es llevado a Urgencias por un incidente relacionado con productos de cuidado personal, tales como productos de higiene y cosmética.
Para llegar a esta conclusión del promedio de niños que terminan en el hospital a causa de la exposición de estos productos, se analizaron los registros médicos de 64.686 niños menores de cinco años, que fueron atendidos en las áreas de emergencia a causa de lesiones relacionadas con productos de higiene personal entre 2002 y 2016.
De todos los incidentes analizados, se encontró que en el 75.7% de los casos, los niños habían ingerido uno de estos productos, mientras que el 19.3% de las lesiones había ocurrido porque el producto entró en contacto con la piel o los ojos de los niños.
Del total de casos, 86.2% resultaron en envenenamiento y el 13.8% de los niños experimentó quemaduras a causa de los químicos que incluían los productos. En cuanto a la edad de los niños, el 60% de los afectados tenía menos de dos años de edad.
Entre los principales productos que ocasionaron dichas lesiones, se encontraban los siguientes:
- Productos para el cuidado de las uñas, como esmalte y acetona.
- Productos para el cuidado del cabello, como champú y tintes.
- Productos para el cuidado de la piel, como lociones y cremas.
- Productos con fragancias, como perfumes o rocíos corporales.
De entre todos los productos, los que más ocasionaron accidentes o lesiones fueron el removedor de esmalte y los tintes o tratamientos para el cabello.
Consejos para prevenir lesiones a causa de productos de higiene y cosmética
No se especifica si los casos analizados fueron únicamente situaciones en las que los niños tomaron alguno de estos productos por accidente o error, o si los padres los aplicaron sin saber que podrían ocasionar alguna reacción alérgica o quemadura en la piel de ellos.
Sin embargo, el mensaje es claro: que un producto sea seguro para un adulto, no significa que lo sea para un niño. Comenzando por el hecho de que nosotros podemos leer etiquetas y sabemos por sentido común que no debemos ingerir productos de higiene o cosmética. Los niños no.
Además, debemos recordar que la piel de bebés y niños pequeños es mucho más sensible que la de un adulto, por lo que los productos que nosotros utilizamos no siempre son apropiados para ellos y deberemos evitar usar aquellos que puedan hacerles daño.
Dicho esto, debemos tener con los productos de higiene y cosmética, precauciones similares a las que llevamos cuando hablamos de productos con riesgo de envenenamiento o intoxicación:
- No dejarlos al alcance de bebés o niños pequeños. Deberemos asignarles un lugar específico y alejado de sus manitas, preferentemente en un sitio alto, detrás de una puerta o dentro de un cajón que no puedan abrir.
- Dejarlos fuera únicamente mientras los estamos utilizando, y al terminar, devolverlos de inmediato a su lugar, lejos del alcance de los niños.
- En el caso de productos que utilicemos con ellos como champú o cremas aptas para su tipo de piel, deberemos estar atentos a que no lo tomen sin que nos demos cuenta, pues los bebés o niños pequeños podrían ingerirlos de forma accidental.
- Cuando los niños tengan edad suficiente para comprender lo que les decimos, deberemos explicarles para qué son esos productos, y decirles que un mal uso puede ser peligroso o dañino para ellos. Esto es necesario hacerlo, porque a diferencia de otros productos como medicamentos, los niños sí están en contacto frecuente con productos de higiene personal.
Si bien la mayoría de los productos de higiene y cosmética no son peligrosos, sí debemos tomar precauciones y no hacernos confianza ni dejarlos a su alcance, pues nuestros hijos pueden darles un mal uso o ingerirlos de forma accidental.
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Vía | Healthline