Si bien es cierto que el bebé debe estar protegido del frío, no debemos exagerar a la hora de abrigarlo. Los bebés a partir de los cuatro kilos de peso son capaces de regular su temperatura corporal cuando las condiciones ambientales son propicias. Hay que recordar que por tener poca grasa corporal son más sensibles al frío, pero un exceso de abrigo es contraproducente.
¿Cuánto debemos abrigar al bebé? Hay que evaluar las condiciones climáticas, pero lo normal es un buzo, manoplas y muy importante el gorrito. Si el bebé está calmado, tranquilo significa que está cómodo, por el contrario si llora y se muestra inquieto podría tener frío. Comprueba la temperatura del cuello y la nuca, si la sientes sudada es que lleva demasiado abrigo.
Estas son algunas de las cosas que el bebé que no deben faltar en la canastilla del bebé que se estrena en invierno:
Un buzo. Los hay con manoplas y con forma de saco, e incluso de piezas desmontables en función de la temperatura. Saquito para dormir. Gorrito. Bufanda. Manta de algodón. Toquilla. Bodies de manga larga. Pijamas de manga larga. Camisetas. Patucos. Calcetines. Algún conjunto de algodón para estar en casa cuando la calefacción esté muy alta. Una capota para la sillita de plástico para la lluvia y el viento.
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