Una prenda de ropa que no puede faltar en el ajuar de todo recién nacido son los patucos o peúcos, esos calcetinitos en forma de zapato o de bota para que lleven los pies resguardados. Pero cuando crecen nuestros hijos, muchas de las prendas acaban dándose, tirándose o almacenándose para siempre. Sin embargo los patucos se pueden reutilizar usándolos como ambientadores de nuestros armarios.
Podemos impregnar algodones en colonia e introducirlos en los patucos, o también rellenarlos de hierbas aromáticas secas (si el patuco es de punto amplio, para que no se salgan las hierbas mejor introducirlas a su vez en un pañuelo de algodón): lavanda, espliego, romero...
Si los peúcos tienen cordoncitos, podemos colgarlos de la barra superior, y si no podemos añadirles nosotros un cordón o sencillamente ponerlos en los cajones o en las baldas del armario. De cualquier modo dejarán un agradable aroma en la ropa.
Así esta pequeña prenda, tan tierna y simbólica, nos recordará aquellos primeros momentos con nuestro bebé no sólo a la vista, sino también al olfato. Un buen modo de reciclar los peúcos de nuestros bebés.
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