El desarrollo del lenguaje en el niño es algo que según va creciendo nuestro hijo va desarrollándose el cual poco a poco se irá asemejando más al que empleamos nosotros en nuestro día a día.
Todos los aspectos del lenguaje de nuestro pequeño (sonidos y vocabulario, imitación, comprensión y comunicación) van adquiriendo matices cada vez más complejos que hacen que su interrelación con el entorno sea más eficaz.
Llegados al intervalo de tiempo comprendido entre los tres y los cuatro años vamos a ver cómo su lenguaje se va haciendo más complejo y más elaborado, asemejándose poco a poco al nuestro.
Lenguaje expresivo
El correcto desarrollo del lenguaje expresivo en el niño entre los tres y los cuatro años va a suponer una explosión de avances en muchos aspectos. Uno de los más destacados es en la producción de diferentes fonemas, los cuales también podrá discriminar auditivamente de una forma más fácil.
A esta edad, nuestro hijo debería ser capaz de pronunciar correctamente los fonemas /b/,/p/,/t/,/g/,/k/,/f/,/j/,/ch/,/m/,/n/,/ñ/ y /l/, y encontrarse en proceso de adquisición de los fonemas /d/ y /r/ (la r simple). Del mismo modo, las sílabas complejas formadas por una consonante y el fonema /l/ también están en proceso de adquisición; estos grupos llamados "sinfones" son: pl, bl, fl, tl, cl y gl.
Si observamos que, a la hora de hablar, nuestro pequeño comete algún error en alguno de estos fonemas, debemos tener cuidado ya que podemos estar ante un caso de dislalia y sería conveniente que lo valorara un especialista.
La elaboración de sus frases también son más complejas, ya que poco a poco irá realizando oraciones complejas unidas por las conjunciones “y", “pero", “porque" o “que" (quiero jugar pero llueve), usan correctamente los verbos auxiliares ser (ese perro es muy grande) y estar (estoy comiendo helado), emplean perífrasis de futuro (voy a jugar con papá), usan correctamente los tiempos del pasado (comí hamburguesa con mis amigos) y el imperativo en sus frases (¡quiero jugar!)
En sus frases, las cuales son capaces de enunciar correctamente utilizando hasta cinco palabras, emplean correctamente distintas formas posesivas (mío, tuyo…), además de los pronombres reflexivos “se" y “te" y los plurales de los pronombres personales (ellos, ellas).
Poco a poco van ampliando el número de combinaciones de palabras en sus enunciados, dando mayor cantidad de información al interlocutor y haciendo que el significado expresado sea lo más explícito posible, al igual que incrementan los vocablos que se integran en distintas categorías (como pueden ser verbos, pronombres, adverbios, adjetivos…, así como palabras funcionales (artículos, preposiciones…) que ayuden a que todo lo que nuestro hijo nos quiera hacer saber sea más fácil de comprender.
Es en este período de tiempo cuando dejan de cometer el fenómeno conocido como "sobreextensión". Este fenómeno consiste en que el niño emplea la misma palabra para referirse a todas aquellas representaciones que cumplen ciertas normas. Por ejemplo: llamar perro a todos los animales de cuatro patas y con pelo (pudiendo ser gato, vaca...), o llamar coche a todos los vehículos de transporte de cuatro ruedas (pudiendo ser un camión, autobus...).
Del mismo modo, su capacidad para emplear el lenguaje en según qué situaciones irá incrementándose. También será capaz de reflejar emociones con precisión, claridad y complejidad, además de controlar y fingir experiencias emocionales. Poco a poco, será también capaz de lograr ponerse en el lugar de otra persona y comprobar que el conocimiento del mundo no es el mismo para todas las personas.
Lenguaje comprensivo
La comprensión sobre lo que decimos también va a experimentar un gran avance en nuestro hijo, ya que ahora podrá llevar a cabo dos acciones que no se relacionan entre sí, además de empezar a comprender conceptos abstractos (guapo, feo, lejos, gordo...).
Cuando le hagamos una pregunta del tipo "¿qué falta?", "¿cómo?" o "¿por qué?" podrá responderlas y enunciarlas de forma correcta. Además, ahora que está empezando a utilizar preposiciones en sus emisiones, también será capaz de entenderlas, bien de forma verbal o de forma no verbal, que entiende consignas que incluyan preposiciones. Conoce y responde adecuadamente a su nombre, sexo, edad y nombre de la calle. Finalmente, podemos comprobar que también desaparece la ecolalia (repetir exactamente lo mismo que oye de forma inmediata).
Conclusión
En el desarrollo del lenguaje en el niño entre los tres y los cuatro años podemos comprobar cómo es en el lenguaje expresivo donde más cambios significativos se dan. No obstante, hay que estar atentos de que este proceso evolutivo lingüístico no se vea alterado. Ante la mínima duda o señal de alarma, es conveniente consultar a un especialista que nos ayude a resolver nuestra preocupación.
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