Dejar el pañal es un proceso que el bebé debe hacer a su propio ritmo, cuando esté preparado y sin presiones, y en el que el papel de los padres es acompañarle con comprensión y mucha paciencia.
Hablaremos sobre cómo saber si tu hijo o hija están preparados o es preferible esperar unos meses, y os daremos algunas claves para ayudarlos a dejar el pañal, un proceso que será más fácil y llevadero si lo hacemos respetando sus ritmos.
Cada niño tiene su ritmo
El proceso de aprendizaje de control de esfínteres comienza alrededor de los dos años, pero no quiere decir que al cumplirlos debamos retirar el pañal. Cada niño tiene su propio ritmo, que puede no ser el que esperan los padres o el colegio.
El proceso de aprendizaje de control de esfínteres comienza alrededor de los dos años, pero no quiere decir que al cumplirlos debamos retirar el pañal. Cada niño tiene su propio ritmo, que puede no ser el que esperan los padres o el colegio.
No todos los niños tienen el mismo ritmo madurativo, algunos hacen unas cosas antes y otros después. Un niño debería dejar los pañales cuando esté preparado para hacerlo, y no cuando a nosotros o a los del colegio nos parezca que debe hacerlo.
A los 30 meses, es decir dos años y medio, la mitad de los niños controlan los esfínteres. A los 36 meses, que son 3 años, son capaces de ir sin pañal el 75% de los niños, y a los 42 meses es cuando lo logra el 95% de los niños. Eso son 3 años y medio y aún falta un 5% por conseguirlo.
Esto no quiere decir que no hagamos nada, siempre se puede intentar que el niño vaya al lavabo a hacerlo, pero si no lo consigue, si pasan días y no hay avance, no hay ninguna necesidad de seguir con ello. Se vuelve a poner el pañal y se espera a que esté preparado.
¿Cómo saber que mi hijo está preparado para dejar el pañal?
Como decimos, el control de esfínteres es un proceso madurativo y hay ciertas señales que podemos identificar y pueden indicarnos que está preparado para dejar el pañal. Son señales que tiene que darse en conjunto y nos hablan de la madurez del niño para afrontar este paso.
- Equilibrio y coordinación: el niño sabe hacer actividades físicas como camina bien, correr con cierta coordinación, saltar con los dos pies, subir y bajar escaleras alternando ambas piernas.
- Retiene la orina por más tiempo: vemos que cambiamos el pañal menos seguido, que pasan largos periodos de tiempo entre pises.
- Le molesta el pañal: a veces es el propio niño el que nos da una señal clara; se lo quita, le molesta estar mojado y ya no quiere llevar pañal.
- Nos avisa cuando tiene ganas: el niño comienza a identificar la necesidad de hacer pis y nos avisa con alguna palabra "pis", "caca", "Baño". A veces no diferencia entre pis y caca, pero siente la necesidad de ir al baño.
- Se interesa por ir al baño: te acompaña, te mira, te pregunta, se interesa por los pasos que hay que hacer (sentarse, limpiarse con papel higiénico, lavarse las manos...).
Claves para ayudarle a dejar el pañal
- ¿Orinal o reductor de wc? Puedes optar por cualquiera de los dos, lo importante es que el niño pueda acceder a él cómodamente. Hay niños que usan el orinal como paso previo al wc (porque les parece llamativo y divertido) y otros que no. Si opta por el WC necesitarás un adaptador reductor para la tapa y una escalera, un reposapiés o un taburete para que pueda subir solito. Hay quienes lo recomiendan frente al orinal como una transición más natural al WC. Dale libertad a tu hijo para elegir con cuál se siente más cómodo.
- Anímalo a usar el orinal o el inodoro: acompáñalo cada poco tiempo, si hace falta cada diez minutos. Si no le sale el pipí no te enfades ni le regañes. Insiste siempre con el mismo ritual para que el niño aprenda a repetirlo de un modo automático.
- Pasa del pañal al pañal braguita o calzoncillo de aprendizaje: se parecen más a la ropa interior y ayudan al pequeño a desarrollar la habilidad de subirse y bajarse la ropa para usar el inodoro. Son más fáciles de quitar que el pañal normal y facilitan el trabajo cuando ocurren accidentes ¡que siempre ocurren!.
- Ponle ropa cómoda: si es verano, mejor porque tendrá menos ropa, sino ponle ropa que le resulte fácil quitársela para ir al baño con autonomía. Nada de cordones, botones ni bodies con corchetes en la entrepierna.
- Libros y cuentos: son una gran herramienta porque ayuda a los niños a sentirse identificados con los personajes. Aquí os dejamos algunos títulos que tratan el tema de forma respetuosa. Las canciones o vídeos infantiles que le motiven también pueden ser un gran recurso en el que apoyarse.
Debemos ser muy pacientes, respetuosos y empáticos durante todo el proceso, y ser conscientes de que habrá escapes y retrocesos.
- Olvídate de decirle "ya eres mayor" o "eres un niño grande" como muletillas para animarle: dejar el pañal depende de la propia madurez del niño y forzarlo con estos conceptos no servirá de nada. Si no lo consigue se sentirá frustrado. Una vez que lo consiga ya podrás decírselo.
- Olvídate de premios y castigos: el pañal se usa mientras no se es capaz de ir al baño solito, pero cuando ya son capaces, no es algo que deba premiarse. Simplemente es un paso más en el desarrollo, como puede ser comer solito. Esto no quiere decir que no les animemos y les digamos lo orgullosos que estamos de él o ella. Y por supuesto, nada de castigos, gritos, chantajes ni amenazas. Debemos acompañarles con mucha paciencia y actitud positiva.
El proceso de dejar el pañal tiene que se algo natural respetando las necesidades y ritmos de cada niño, donde las presiones y las prisas no tienen cabida. Si véis que es un drama, que no es el momento, que habiéndolo intentado durante unos días no hay progresos, no hay problema con ponerle el pañal y volver a intentarlo unos meses más tarde.