En abril se celebró en el colegio Eagle Canyon de Chino Valley, en California (Estados Unidos), el mes del TEA (Trastorno del Espectro Autista), días para concienciar sobre lo que este trastorno supone. Pero nadie se esperaba que Rumari Zalez, de 11 años, se pusiera delante de su clase y les explicara que tiene autismo.
Su profesora, conmovida, decidió grabar el momento y compartirlo en las redes sociales. Y no es para menos: sus palabras y la reacción de sus compañeros emocionan.
Palabras que emocionan
Este es el vídeo que su profesora, Lisa Moe, colgó en su cuenta de Facebook. Tal y como comenta, llegó un momento en que se decidió inmortalizar lo que estaba sucediendo, "con el permiso de los padres de Rumari" y sin que ninguno de sus alumnos se percataran.
Solo son los minutos finales de la explicación de su alumno, pero suficientes para hacernos una idea de lo que significaron sus palabras para él y sus compañeros.
Lisa explica en su post que el pequeño levantó la mano y preguntó a su profesora: "¿Puedo decir algo, por favor?", y cuando ella le responde afirmativamente, se dirigió a sus compañeros de clase.
Tal y como se puede escuchar en el vídeo, Rumari cuenta que tiene TEA y "lo difícil que resulta ser juzgado por los demás, intentando ser su amigo y ver a otras personas que lo tienen y cómo se sienten". Y añade:
"Durante mucho tiempo vosotros chicos no habéis sabido que tengo autismo y seguro que habéis pensado que era raro por hacer esto (se ve cómo golpea la palma de su mano con el puño). Es algo que me gusta hacer y tengo autismo. Y es algo que normalmente los niños podrían amar porque es muy divertido hacerlo cuando quieres sentirte mejor".
Unas palabras que logran aflorar las lágrimas. Pero también las reacciones de sus compañeros. Tras la ovación que sigue a su charla, se abre el turno de preguntas. Una de las niñas dice:
"Creo que no importa qué hacen las personas o si eso puede parecer raro o si podrían hacer sonidos extraños algunas veces, está bien. Son ellos y no ocurre nada. Ellos son buenos solo por cómo son, como tú Rumari".
Otra compañera refuerza lo dicho y añade: "Esto no es una pregunta, pero creo que eres fabuloso solo por cómo eres", a lo que siguen muestras de aprobación del resto de la clase.
Además, se ve como otros piden a Rumari "huggies", una palabra que él suele usar cuando quiere un abrazo de un amigo o un familiar. ¡Y hubo muchos ese día!
Su profesora no pudo contener las lágrimas
Lisa Moe explica en su entrada de Facebook e Instagram, que con motivo del mes de la concientización sobre el autismo en su colegio, cada clase había pedido a sus estudiantes que decorasen una pieza de un rompecabezas de papel y la colgaran:
"Cuando repartí las piezas del rompecabezas, la mayoría de los estudiantes estaban familiarizados con la idea del autismo y conscientes del porqué de la decoración de las piezas del rompecabezas. Lo que mis estudiantes no sabían es que el autismo está presente en nuestra clase con uno de nuestros compañeros, Rumari".
Admite que cuando dio permiso para hablar a su alumno, nunca se imaginó lo que vino después, aunque "Rumari ha enfrentado a desafíos y barreras más allá de lo que cualquiera de nosotros será capaz de entender completamente".
"Pero hoy, Rumari se paró frente a la clase y con confianza, entusiasmo y coraje, nos demostró que no hay ningún desafío o barrera que pueda detenerlo. Le dio vida al significado de 'Sí puedo' y explicó a sus compañeros de clase que tenía autismo. Con pleno conocimiento, explicó las diferencias que pueden surgir cuando se tiene TEA y cómo es visto. Habló valientemente sobre sus propias diferencias y peculiaridades, mientras definía lo que significa hacer que todos se sientan como uno".
Relata que tanto ella como sus alumnos escucharon atentamente a Rumari, "completamente absortos en cada palabra que nos decía". Y que por esa razón tardó en comenzar a grabar. Fue al ver "las reacciones auténticas del resto de mis estudiantes" cuando confiesa que "no pude contener las lágrimas". Asegura que entonces comprendió que sus lecciones de "Sé amable" y "Sí, puedo", habían calado entre sus alumnos.
"Si no puedo seguir enseñando o en algún momento me cuestiono mi papel como educadora, este momento refuerza mi propósito".
Personalmente doy las gracias a Lisa por compartir esta inolvidable clase con nosotros y estoy segura, al comprobar las miles de reproducciones que tiene el vídeo en las redes sociales, que las palabras de Rumari ayudan a concienciar sobre este trastorno que según la Organización Mundial de la Salud afecta a uno de cada 160 niños, que presentan problemas de neurodesarrollo y de funcionamiento cerebral. Esto se traduce en que quienes lo padecen, sufren dificultades en la comunicación e interacción con los demás.
Por eso, el propósito de familias y personas con autismo es su inclusión real en la sociedad, que solo se logra conociéndolo. Y Rumari ya ha dado un paso de gigante en ese sentido.
Fotos | Facebook Lisa Rachel Moe
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